17/09/2025
Resquebrajado, tocar fondo, rendirse ante la alquimia de la vida. No permitas que el peso del mundo aplaste tu espíritu; deja que penetre en tu ser y se vuelva parte central de tu camino. Es en la presión de las pruebas donde nacen los diamantes. Precisamente cuando todo parece más oscuro, madura la fe y se enciende la llama interior.
Permite que tu dolor, tu melancolía y tus pérdidas no te rompan, sino que te constituyan. Deja que la alquimia transforme tus tragedias en oro. Ábrete del todo: son los tiempos difíciles los que expanden tu alma más allá de lo imaginable. Aunque duela, así entra la luz. Cuando tu corazón se abre y se desgarra, surge un espacio para que el alma y la gracia divina lo llenen por completo.
La Tierra es una escuela, un lugar de iniciación donde el alma madura y aprende. Cada desafío es una lección sagrada; no un error, sino una oportunidad para crecer. Si atraviesas un periodo duro, recuerda: tu alma eligió este camino para expandirse. Las relaciones, las pérdidas, las pruebas… todo es parte del aprendizaje.
Quien es sensible carga mucho del mundo en su interior, pero también tiene el don de transmutar. Cuidarte, darte tiempo, sostenerte, es tan necesario como compartir tu luz. No viniste a cargar con todo; viniste a florecer, y para eso también hace falta descanso, ternura y soberanía energética.
Entrégate. Ríndete a los brazos de la Gran Madre, a la alquimia de la vida. Bendice lo que te rompió, porque fue allí donde se abrió la grieta por donde entró la luz. El mundo necesita tu corazón abierto.
✨ Todo lo que llega, llega para ti, no contra ti. Permanece abierto, entrega tus cargas al Universo y deja que tu alma brille en su esplendor.