10/09/2025
Los gatos, al igual que los humanos, pueden desarrollar demencia senil con señales tempranas que reflejan deterioro cerebral progresivo.
El síndrome cognitivo felino se manifiesta con ocho signos clave: vocalización excesiva, cambios en el sueño, desorientación y ensuciar dentro de casa.
También aparecen alteraciones en la interacción social, mayor ansiedad, disminución de la actividad física y problemas de memoria o aprendizaje.
En el cerebro de gatos con demencia se detectan placas de beta-amiloide, similares a las presentes en el Alzheimer humano.
Estas placas se acumulan en las sinapsis, los puntos de comunicación neuronal, interrumpiendo la transmisión de información esencial para la memoria.
Además, las células gliales —microglía y astrocitos— comienzan a “comerse” sinapsis, un proceso que acelera la pérdida cognitiva.
Los investigadores confirman que estos mecanismos en gatos replican lo observado en personas con enfermedad de Alzheimer.
Así, la demencia felina ofrece un modelo natural valioso para estudiar y combatir la neurodegeneración en humanos.
DOI: 10.1111/ejn.70180