29/08/2020
😊 El , los chicos y la 👨👩👧👦
Los tomamos mate. Siempre. A cualquier hora. Las veces que estuvimos a punto de separarnos, las veces que llegó un hijo nuevo a casa, cuando te echaron del , cuando Argentina salió del , cuando se cayeron las Torres Gemelas. Cuando murió mamá....
Pero no hubo nunca un solo día sin que nos sentáramos a compartir un mate.
El mate no es una bebida, bueno sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida como las demás. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una , una cultural que une al pueblo argentino, consolida a la familia y a a los hijos.
Es exactamente lo contrario de la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás sola.
Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es "hola" y la segunda “¿unos mates?”.
Esto pasa en todas las casas. En la de los y en la de los . Pasa entre charlatanas y chismosas , y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian.
Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En y en
Leo los y escucho la sin que nunca falte el mate al lado. Los teclados de la Argentina tienen las letras llenas de yerba.
La es lo único que hay siempre en todas las casas. Siempre. Con , con , con militares, con , con cualquiera de nuestras pestes o bonanzas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie.
Este es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates solos.
No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es porque ha descubierto que tiene alma. O está mu**to de miedo, o está mu**to de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.