16/06/2023
La aprobación externa se puede definir como el ser reconocido o aprobado por cualquier persona o grupo de personas de nuestro entorno. La necesidad de la misma sería la tendencia de buscar esa aceptación sobre nuestras acciones, opiniones o maneras de sentir para así encontrarnos bien y evitar que nos rechacen.
Desde que somos pequeños, el entorno nos califica y categoriza: cada vez que nos dicen que somos buenos deportistas, que somos buenos hablando, que somos buenos bailando o que las matematicas no son lo nuestro. ¿A quién no le gusta un buen halago o que le digan que ha hecho algo bien? Recibir este tipo de aprobación por parte de los demás nos hace sentir bien, reforzando así aquello que hayamos dicho o hecho.
Los seres humanos somos seres sociales, el querer ser aceptados y reconocidos por las personas que consideramos importantes en nuestro entorno, tanto personal como profesional, posee aspectos adaptativos. Es adecuado y natural buscar la aprobación de los demás en ciertas situaciones.
Sin embargo, si lo utilizamos de manera disfuncional, también puede llegar a ser algo que nos cause malestar.
A todos nos gusta gustar, la cosa se complica cuando lo que hacemos por gustar o agradar va en contra de la persona que queremos ser.
No consiste en alejarte de toda valoración externa, sino en acercarte a ti.
Lo que los demás dicen, no es lo que tú eres. Lo que dicen o piensan los demás no te define.