19/10/2025
EL ÉXITO EN LA VIDA EMPIEZA CON NUESTRA MADRE
Ella es quien nos impulsa hacia la vida.
¿Dónde comienza nuestro éxito?
Comienza con nuestra madre.
¿Cómo llega el éxito a nosotros?
Llega cuando nuestra madre puede venir a nosotros, y cuando nosotros podemos honrarla como tal.
Según Bert Hellinger, filósofo y terapeuta alemán,
“Quien toma a su madre plenamente, tendrá éxito y será feliz.”
Rechazar a la madre es, simbólicamente, rechazar la vida.
Y quien rechaza la vida, también será rechazado por ella: en el amor, en el trabajo y en su propósito.
Tomar a la madre es tomar la vida.
Cuando la honramos, nos alineamos con todo lo que la vida nos trae:
las relaciones, la profesión, el dinero, las oportunidades.
Pero cuando la juzgamos o la rechazamos, también rechazamos su energía vital.
Entonces la vida —a través de nuestras relaciones o del trabajo— nos rechaza a nosotros.
¿Qué significa “tomar a la madre”?
Significa aceptarla tal como es.
Salir del juicio, de la exigencia y del “yo lo hubiera hecho mejor”.
Tu madre te dio la vida.
Eso, como mínimo.
Y en la mayoría de los casos, también te cuidó, te alimentó y te sostuvo.
Incluso si no lo hizo, te dio la vida, el mayor de los regalos.
Gracias a eso hoy estás aquí, respirando, leyendo estas líneas, experimentando tu camino.
Cuando la criticas, la comparás o pensás que debería haber hecho las cosas de otra manera, te colocás por encima de ella.
Y desde ahí no podés recibir.
Tomar a la madre no implica hacerte su mejor amigo, llamarla todos los días o cumplir sus expectativas.
Implica simplemente aceptar.
Las dos claves para tomar la vida a través de la madre:
ACEPTACIÓN hacia ella y hacia su destino.
GRATITUD por haberte dado la vida.
Aceptar es reconocer que nadie mejor que ella pudo hacerlo de otra forma,
según su historia, su nivel de conciencia y sus circunstancias.
Aceptar es dejar la arrogancia del “yo sabría cómo”
y recuperar la humildad del hijo que reconoce:
“Ella vino antes. Gracias a ella, hoy existo.”
Esa humildad te devuelve tu lugar, te abre a recibir la vida y la fuerza que viene de su linaje.
La segunda clave es la gratitud.
Porque, de todas las decisiones que pudo