31/01/2022
Los factores de crecimiento son proteínas que se encuentran en el plasma sanguíneo encargado de la regeneración y reparación de los tejidos cuando sufren un daño.
Después de la administración,el proceso de regeneración y curación de los tejidos es más eficaz y más rápido. El tratamiento es indoloro, mínimamente agresivo y no provoca efectos secundarios (salvo las molestias típicas de cualquier pinchazo y solo en algunos casos) ni rechazo, ya que se trata de un material biológico procedente del propio paciente.
¿En qué campos de la medicina ha demostrado eficacia?
Traumatología. optimiza el proceso de curación de los pacientes con lesiones tendinosas y musculares, tales como tendinopatías crónicas, roturas fibrilares o de ligamentos, patologías del menisco… También se usa después de intervenciones para reparar fracturas, implantar prótesis… con el objetivo de que el organismo repare mejor y en menos tiempo la agresión de la cirugía. Asimismo, la administración periódica de este producto frena la artrosis; deterioro progresivo de las articulaciones asociado a la edad (aunque muchas veces aparece en adultos jóvenes) que causa dolor y pérdida de funcionalidad. El PRGF ralentiza la enfermedad, reduce el dolor y mejora la movilidad.
Medicina estética. Múltiples inyecciones de PRGF repartidas por el rostro y el cuello contribuyen a mejorar el estado general de la piel. No se trata de un tratamiento antiarrugas, sino de un recurso para tener una apariencia más saludable y una piel más luminosa, uniforme y firme.
Tricología. Sin ser un milagro anticaída, el PRGF sí incide en la vascularización del folículo piloso (la zona en la que se genera cada pelo) y en la generación de vasos sanguíneos próximos. Ha demostrado su efecto en alopecias androgenéticas en pacientes postmenopáusicas como complemento de otros tratamientos clásicos para la caída del cabello.
Oftalmología. La aplicación de PRGF es útil para tratar el ojo seco y las úlceras corneales latentes (las que presentan dificultades de cicatrización). Además, mejora la evolución tras la cirugía refractiva con láser o la perforación corneal