02/12/2025
La obesidad se define como un exceso de grasa corporal, y existen dos tipos principales: la grasa subcutánea (superficial, más visible y estética) y la grasa visceral (profunda, alrededor de los órganos, vinculada a enfermedades crónicas).
Diferencia entre grasa subcutánea y visceral
Grasa subcutánea (superficial):
Se acumula justo debajo de la piel, entre la piel y los músculos.
Es la que “se puede pellizcar” en abdomen, caderas o muslos.
Aunque en exceso puede afectar la autoestima y generar problemas de movilidad, su impacto en la salud metabólica es menor.
Cumple funciones protectoras: ayuda a mantener la temperatura corporal y sirve como reserva energética.
Grasa visceral (profunda):
Rodea órganos vitales como hígado, corazón, intestinos y páncreas.
Es más peligrosa porque libera sustancias inflamatorias y altera el metabolismo.
Se asocia directamente con diabetes tipo 2, hipertensión, colesterol elevado, enfermedades cardíacas, apnea del sueño y ciertos tipos de cáncer.
Es más difícil de eliminar y suele estar relacionada con el estrés, cambios hormonales y exceso de calorías.