01/12/2025
Esta es la historia de Diana Maceda, y lo que descubrió puede cambiar tu forma de ver la sanación.
Diana dice:�“Guz, cada vez que medito me siento tan en paz que hasta me duermo escuchando tu voz. Como un bebé que se queda dormido cuando siente a su mamá cerca. Y al día siguiente… estoy feliz. Y cuando estoy feliz, mi cuerpo cambia.”
Eso es coherencia. Eso es regulación. Eso es sanación.
Diana entendió algo que muchos pasan por alto:�👉🏻 Rodearte de personas que creen en tu sanación acelera el proceso�👉🏻 La energía negativa frena tu recuperación�👉🏻 Y rendirse no es una opción cuando quieres vivir diferente
Después de gastar en terapias, tratamientos y buscar por todos lados, lo que más la hizo avanzar fue esto: meditar, soltar y volver a sentirse viva.
El cuerpo responde a la emoción correcta.�Y sí, como Diana, tú también puedes sanar.
Mi nombre es Don Guz. Te amo, boom