04/12/2025
UNA REFLEXIÓN SOBRE LA HISTORIA DE LAS RELIGIONES
Leyendo distintos articulos, me encontré con una idea que me dejó pensando acerca de las distintas corrientes religiosas que tratan de llegar a un mismo fin:
Martín Lutero rompió con la Iglesia católica y nació la Iglesia luterana.
Juan Calvino desarrolló otra visión y se formó la Iglesia reformada.
Enrique VIII, por su propio conflicto político y personal, creó la Iglesia anglicana.
John Smyth fundó la Iglesia bautista.
William Miller impulsó el movimiento adventista.
Ellen G. White derivó en la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Charles Taze Russell dio origen a los Testigos de Jehová.
John Wesley formó el metodismo.
Y de ahí surgieron innumerables ramas más: pentecostales, evangélicas, asambleas, ministerios independientes…
Cada nueva división nacía de desacuerdos doctrinales, luchas de poder, visiones personales o interpretaciones distintas de “la verdad”.
Y entonces surge una pregunta incómoda:
Si la verdad fuera absoluta e inmutable…
¿por qué existen miles de versiones distintas de ella? ( Esto sin contar las distintas versiones de Dios alrededor del mundo.)
Cuando una creencia perfecta depende del gusto, el enojo o el desacuerdo humano, se vuelve evidente algo:
La idea de Dios termina siendo moldeada por las personas, no al revés.
Una verdad eterna no se fragmentaría en miles de interpretaciones disputándose entre sí.
Sería una sola.
Tal vez la verdadera espiritualidad no esté en aferrarse a dogmas externos,
sino en el viaje interno: conocernos, sanar( si así lo necesita), despertar conciencia
y vivir desde la experiencia directa del amor, la compasión y la verdad viva.
No seguir una versión de Dios…
sino descubrir la divinidad dentro de nosotros.
( Al Dios que vive en ti)
Pero no me creas... investiga, cuestiona y obten tu verdad.
Yo, solo soy el que soy.
Pepe Jiménez
El Devenir Del Brujo