29/10/2021
Hace muchos días me encontré la mamá de un compañero de uno de mis hijos, y me dijo que estaba desesperada, que su hijo la estaba muy mal en el colegio porque tenía déficit de atención y eran muy estrictos.
Yo le conté que tengo tres hijos, todos con características diferentes y que todos estudiaban en colegios diferentes:
Migue en uno donde le reforzarán su liderazgo y las ideas nuevas fueran tenidas en cuenta, dónde pudiera ayudar a los otros, porque servir está en su alma y dónde la educación fuera importante pero no lo más importante.
Juan Andrés en cambio, si requería un colegio que le exigiera académicamente porque sino se aburrre jeje, es altamente competitivo y muy exigente con sus docentes y consigo mismo.
Juanita requería un colegio con estructura física cómoda para que puediera ser libre y movilizarse cómodamente sin pensar en requerir ayuda, además con poco niños en el salón porque su educación es inclusiva, unos docentes que le entiendan su disciplina y su responsabilidad (que a veces rayan con el relajo que somos el resto) para los grandes logros a los que puede llegar con el apoyo correcto.
Así las cosas le plantee los tres escenarios, le di los nombres de los otros dos colegios, le dije: su hijo es un gran chico, póngalo en el lugar correcto y puede ver cómo ser feliz, reforzando sus mejores características... y nos despedimos.
Hace poco me la encontré y me dijo: yo la recuerdo a usted con demasiado cariño y con agradecimiento inmenso, cambie a mi hijo al colegio x (al de Migue jeje) y no sabe la felicidad de él y de toda la familia, hasta medallas ha ganado.!! De verdad, mil gracias por sus palabras y su recomendación!
Ese día, sin pensarlo, tuve una sonrisa en mi cara y pensé: fuiste tú Dios que me puso en ese momento allí para decirle las palabras correctas a esa mamá y transformar la vida de su hijo y de su familia. 😇 maría del pilar izquierdo