24/10/2025
Cada vez es más habitual que nos lleguen a las clases de yoga personas con dolencias a las que sus médicos (sobretodo traumatologos, reumatólogos y ginecólogos) recomiendan clases de yoga.
Tanto se habla de las bondades del yoga, que cierto son muchísimas, que se ha extendido la idea de que cualquier clase vale para el dolor de espalda, la hernia lumbar (pobres hernias, con cuantas culpas cargan), el dolor de cuello e infinidad de dolencias más…
Y aquí nos llegan… pensando que con una clase a la semana grupal con x personas mas y sin cambiar hábitos ni trabajar después en casa el milagro cobra forma….
Y no es así. El yoga da mucho, mejor dicho te da multiplicado lo que tú das previamente al yoga. Te tienes que implicar, buscar un buen profesor/a, trabajar con atención, responsabilizarte de tu práctica y de tu vida. Y ahí si, el milagro cobra forma. Milagro que no es otra cosa que responsabilidad.
Un entrenador personal, un sicólogo, un coach, etc etc. ¿Te imaginas estas sesiones con 15 personas mas cada una hablando de lo suyo?. Pues esto es lo que nos encontramos a veces en yoga con personas que llegan rotas, demasiadas expectativas y demasiada presión para los profesores y digo ¡por aquí no!
Si buscas clases de yoga con alguna dolencia que requiere bastantes adaptaciones específicas, pásate primero por el centro de yoga, comenta tu caso y pide asesoramiento sobre si puedes hacer una clase grupal. No me vale lo de “entro en la clase y ya veo yo si puedo hacer los ejercicios” ¡no! ¿Acaso entras en una farmacia y ya ves tu que medicamentos puedes tomar? ¿Acaso no vas con la receta que es única para ti?. Pues lo mismo.
A veces es necesario empezar con clases individuales, que permitan transitar con seguridad dolores del alma o del cuerpo para después incorporarte a clases grupales o tener una práctica personal para hacer cada día en casa.
Contamos con la formación, experiencia y acreditaciones para ofrecer este “entrenamiento y rehabilitación personal del cuerpo y del alma”.
Llámanos y te asesoramos
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