04/06/2024
Sanar no es un acto de egoísmo, sino un regalo de amor hacia uno mismo y hacia el mundo. Al curar nuestras heridas, nos liberamos de cadenas invisibles y, al hacerlo, liberamos también a aquellos a nuestro alrededor de ser el blanco inadvertido de nuestras luchas internas.
El proceso de sanación nos permite abrazar plenamente cada momento, ofreciendo lo mejor de nosotros mismos a cada situación y a cada persona.
Al sanar, reconstruimos nuestro ser no solo para estar íntegros en el presente, sino para interactuar con el mundo de manera constructiva y amorosa.
Por tanto, invito a cada alma a mirar dentro de sí y a reconocer las heridas que requieren atención. No es un viaje que debemos emprender solos; la vida nos brinda compañeros y guías en formas inesperadas, y en la sabiduría del universo siempre hay pistas que nos ayudan a encontrar nuestro camino hacia la sanación.
Al curarnos, no solo evitamos "sangrar" sobre los inocentes, sino que también nos convertimos en faros de luz y amor, iluminando el camino para otros que, como nosotros, están aprendiendo a navegar las aguas a veces turbulentas de la existencia.
En el proyecto personal de sanación, apoyate en las terapias de Reiki y Péndulo Hebreo.
Namasté🙏🏽✨