04/11/2025
Aunque muchas personas asocian el tarot con los egipcios o con el pueblo gitano, esta creencia carece de base histórica. El tarot no tiene origen en el antiguo Egipto, ya que no existe ningún registro arqueológico, artístico ni textual que relacione directamente las cartas con la cultura egipcia. Esta idea surgió en el siglo XVIII, cuando algunos ocultistas europeos, fascinados por el exotismo oriental, afirmaron sin pruebas que el tarot provenía de antiguos sacerdotes egipcios que habrían transmitido su sabiduría secreta mediante símbolos. Sin embargo, los estudios históricos demuestran que las primeras barajas de tarot aparecieron en el norte de Italia alrededor del siglo XV, usadas inicialmente como un juego de cartas llamado trionfi.
Tampoco es cierto que el tarot tenga un origen gitano. Los gitanos, procedentes del noroeste de la India y llegados a Europa en la Edad Media, adoptaron el tarot mucho después de su invención. Su papel fue importante en la popularización del uso adivinatorio de las cartas, especialmente en el siglo XIX, pero no en su creación. En síntesis, el tarot es un producto de la Europa renacentista, que más tarde fue reinterpretado por corrientes esotéricas, ocultistas y populares, adquiriendo los significados simbólicos y místicos que hoy se le atribuyen.