21/04/2025
Cuando la sangre no se reconoce,
pero el amor sí.
Soy A-,
y mis dos hijas son A+.
Durante mis embarazos,
algo en mí se removió profundamente.
Me sentía vulnerable,
con el alma a flor de piel.
La ansiedad me habitaba sin previo aviso,
mi necesidad de silencio se volvió inmensa,
y el contacto social me resultaba abrumador.
Mi cuerpo hablaba cada día…
a través de miedos,
de dudas que no sabía de dónde venían,
sin entender del todo qué me provocaba
esa marea de sentimientos.
Me hablaron de “incompatibilidad Rh”,
pero nadie me habló del alma.
De lo que ocurre cuando la sangre no reconoce,
pero el corazón ama profundamente.
Con el tiempo comprendí
que lo vivido merecía ser escuchado.
No solo por otros,
sino por mí.
Algo en mí seguía latiendo,
pidiendo pausa,
mirada,
y verdad.
Y así, en silencio,
seguí caminando.
Estudiando con el corazón abierto.
Buscando sentido donde la medicina no siempre llega.
Confiando en que el cuerpo sabe.
Y que todo lo vivido… también tiene un porqué.
La Medicina Tradicional China me ofreció un mapa lleno de sentido.
Me enseñó a mirar el cuerpo como un río de estaciones,
donde cada órgano guarda una emoción,
y cada síntoma puede ser una llamada.
Las Flores de Bach me acompañaron como aliadas sutiles,
trayendo calma, claridad,
y un suave regreso a casa.
Gracias a estas prácticas,
el dolor se convirtió en impulso,
la confusión en creación,
y el miedo… en camino.
Hoy comparto mi historia
porque quizá también sea la tuya.
Y porque sé que hay muchas mujeres
que necesitan ser escuchadas.
¿Eres Rh negativa y viviste un embarazo intenso?
¿Tu cuerpo también habló de formas inesperadas?
Te leo,
con el corazón abierto.