29/10/2025
A veces tu hijo no salta porque “pases de él”, sino porque su cerebro todavía está aprendiendo a interpretar la autoridad.
En plena adolescencia la amígdala (ila que detecta las amenazas!) va por delante de la corteza prefrontal, así que
cualquier frase que suene a control = peligro.
3 micro-ajustes que cambian el tono sin perder firmeza:
1 Abre la puerta con una validación: «Entiendo que tengas mil cosas en la cabeza...»
2 Pregunta para explorar, no para fiscalizar: «¿Cómo vas con lo del insti?» deja espacio para que se explique.
3 Habla desde tu emoción, no desde su conducta: «Me preocupa que te agobies, ¿te ayudo a organizarte?»
TIP EXTRA → Practica la “pausa consciente” antes de responder. Tres respiraciones profundas bastan para pasar del “modo reacción” al “modo conexión”