03/11/2025
Este mes he sentido la necesidad de volver a lo esencial.
A esa paz que no viene de hacer más, sino de recordar quién soy cuando me permito parar.
He trabajado mi paz interior desde las cuatro claves que, para mí, la sostienen:
✨ Confiar en que la vida me sostiene.
🌿 Aceptar mi historia y mis procesos, incluso los que aún duelen.
🕊️ Vivir el presente, con lo que hay, sin querer llegar a otro sitio.
💫 Agradecer y vivir con humildad, porque todo lo que tengo ya es suficiente.
Y desde ahí, he hecho cosas muy concretas, pequeñas, reales:
🌳 He pasado todo el tiempo posible en la naturaleza.
La tierra me ancla. Cuando la piso, mi cuerpo recuerda que está a salvo.
🏡 He disfrutado de mi hogar, cuidándolo y dejándome cuidar por él.
Crear un entorno nutritivo y saludable es también una forma de meditación.
💬 He ido a terapia. Mucha.
Porque la paz también se trabaja hablando, llorando y entendiendo.
🔮 He conocido nuevos espacios y tecnologías que pronto compartiré contigo,
para regenerar el cuerpo y calmar la mente.
💆♀️ He vuelto a cuidarme por fuera.
Y he reabierto mis terapias presenciales,
porque es lo que más me apasiona y lo que más me enciende.
💻 He cambiado mi entorno de trabajo y su estructura.
Porque hay etapas que simplemente caducan,
y soltarlas también es paz.
Todo lo que hago nace desde mi esencia,
confiando, aceptándome, permitiéndome ser vista tal como soy,
trabajando con lo que tengo entre manos y agradeciendo cada paso del camino.
Aún me queda mucho por abrazar,
pero ya no tengo prisa.
Porque la paz no llega cuando todo está resuelto,
llega cuando tú decides estar presente, incluso en lo que aún no entiendes. 🌙
⸻