10/11/2025
Acompañar la adolescencia con amor, paciencia y comprensión es una forma profunda de sanar y construir.
No es una etapa para corregir todo el tiempo, sino para sostener mientras ellos se descubren.
Esta etapa no es una tormenta que hay que sobrevivir, sino una revolución interior con cuatro grandes fuerzas en juego:
✨ Chispa emocional, que les conecta intensamente con lo que viven.
🤝 Implicación social, que les impulsa a buscar pertenencia, tribu y sentido de grupo.
🌊 Búsqueda de novedad, que no es rebeldía sin sentido, sino hambre de experiencia.
🎨 Exploración creativa, esa capacidad de imaginar el mundo de otra manera.
Como adultos, podemos ser faros. No para dirigir, sino para alumbrar el camino sin apagar su luz.
Volvamos a mirarles con más ternura y menos juicio.
Están creciendo. No se están perdiendo.