01/10/2025
CUANDO TU HIJO EMPIEZA A GRITAR SIN PALABRAS…
Cuando un niño está triste.
Cuando una hija se relaciona desde el dolor.
Cuando alguien pequeño se hace daño en silencio.
Cuando hay rabia que no sabe por dónde salir.
Cuando solo quieren desconectarse del mundo horas y horas.
Cuando comen de más… o dejan de comer.
Cuando se enferman seguido.
Cuando no logran vincularse con otros.
Ese no es el momento de mandar al niño a terapia.
Es el momento en que mamá, papá, o ambos, se miran primero.
Porque cuando enviamos al hijo antes que al adulto,
el mensaje oculto es:
“tú eres el problema… yo no.”
Y eso rompe más que lo que “intenta ayudar”.
Muchos hijos lo confiesan sin decirlo directamente:
no soy yo quien necesita ayuda, son los adultos que me rodean.
Los niños actúan lo que su ambiente calla.
El síntoma del niño es el grito del sistema familiar.
Y cuando el adulto no se hace cargo, el cuerpo, la conducta o la emoción del hijo lo hace por él.
Pero algo cambia profundamente cuando mamá o papá entran en terapia.
Cuando uno de los grandes se responsabiliza, el corazón del niño descansa.
Primero el orden.
Después el amor.
🔹 Si eres madre/padre y tu hijo muestra síntomas, el trabajo empieza contigo.
No es el niño el que está mal.
Es el ambiente hablando a través de él.
Cuando el adulto se mira, el síntoma se disuelve.