16/11/2025
Hace más de 3,000 años, en Mesoamérica, nuestros antepasados descubrieron un secreto que salvaría millones de vidas: el nixtamal.
Los pueblos originarios hervían el maíz con agua y cal, sin saber que estaban haciendo un milagro químico: esa mezcla liberaba niacina, una vitamina esencial que el cuerpo no podía absorber del maíz crudo.
Gracias a eso, las comunidades que comían tortillas, tamales o atole no sufrían desnutrición ni pelagra, una enfermedad que mató a miles en Europa y Estados Unidos cuando intentaron copiar la dieta del maíz… sin saber “nixtamalizarlo.”
Cuando los científicos modernos estudiaron el proceso, quedaron asombrados: la nixtamalización aumenta el calcio, el hierro y las proteínas, y mejora la digestión del grano.
Todo eso, inventado siglos antes de los laboratorios.
Un recordatorio: a veces la ciencia llega tarde… y la sabiduría de los pueblos ya tenía la respuesta.
🟢Fuente: Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) – Instituto de Investigaciones Antropológicas. (2016). La nixtamalización: ciencia y tradición en la dieta mexicana. Gaceta UNAM.