10/11/2025
🕯️ El duelo no resuelto como raíz de la creación
Cuando su madre muere, Víctor experimenta una ruptura psíquica: el mundo deja de ser seguro y amoroso. En vez de elaborar el duelo, reprime el dolor y lo transforma en obsesión intelectual. Es el típico mecanismo de defensa del intelectualismo, donde la mente sustituye el sentir para no tocar la herida emocional.
Su proyecto de “dar vida” a la materia mu**ta es, en realidad, un intento de resucitar simbólicamente a su madre.
• Crea al ser porque no soporta la finitud, quiere desafiar a la muerte y al abandono.
• Pero al lograrlo, el resultado es monstruoso: la vida sin alma, la creación sin amor.
En psicología profunda, esto se interpreta como una reacción al trauma no integrado: cuando el duelo no se elabora, se proyecta hacia fuera en forma de control o delirio de poder.
Víctor no llora la muerte, intenta vencerla. Y esa desconexión emocional lo lleva a perder la empatía, incluso hacia su propia creación.
La Criatura como símbolo del dolor reprimido
La Criatura representa el duelo negado de Víctor: todo lo que no quiso sentir.
• Su fealdad simboliza lo insoportable del dolor.
• Su necesidad de afecto refleja el niño interno de Víctor que perdió a su madre.
• Su ira es la rabia de haber sido abandonado por la figura materna (y luego por el propio creador).
Es decir: Víctor es el cerebro, la Criatura es el corazón que Víctor no quiso sentir.
Es una huida emocional.
No crea por amor a la ciencia, sino por negación del duelo. Quiso reanimar la vida que perdió. Sin embargo, al crear vida desde el dolor reprimido, lo que emerge no es luz, sino sombra.
🧬 La Criatura: el espejo del niño no mirado
la Criatura no es un monstruo, sino el reflejo encarnado de lo que Víctor no pudo sostener en sí mismo:
• Representa su niño interno abandonado, aquel que perdió la mirada amorosa de su madre y jamás volvió a sentirse visto.
• Es la carne del dolor reprimido: ese grito silencioso que clama por amor, por validación, por pertenencia.
El lo rechaza igual que él fue rechazado por la muerte.
De modo que repite el trauma: así como la vida lo dejó sin madre, él deja sin padre a su creación.
La necesidad de ser mirado es esencial en el desarrollo emocional humano. La Criatura encarna la herida primaria del no reconocimiento.
Su sufrimiento no proviene de su fealdad, sino de la ausencia de una mirada amorosa. Esa mirada que humaniza, que valida la existencia.
Sin ella, el ser se desintegra, se vuelve rabia, venganza, desolación.
Psicológicamente, este proceso se parece al de cualquier persona que ha crecido sin ser vista emocionalmente: intenta ganarse el amor, luego se rebela, finalmente se endurece.
Por eso la Criatura no nace malvada, se vuelve monstruo porque no fue amada.
✨ Síntesis: el círculo del dolor
Víctor crea al ser desde su dolor no elaborado.
El ser lo confronta con ese mismo dolor al reclamarle amor.
Y ambos quedan atrapados en el mismo vacío: uno incapaz de amar, el otro hambriento de amor.
En el fondo, Frankenstein es la historia del duelo no vivido que termina creando monstruos emocionales: aquello que negamos en nosotros, tarde o temprano pide ser mirado.
Víctor Frankenstein no creó un monstruo por soberbia, sino por dolor no llorado.
La desconexión del duelo lo separó de su humanidad. Intentó jugar a ser Dios para evitar sentirse mortal. Y lo que engendró fue su propio vacío, hecho carne.
Autor de análisis
Xóchitl Terapeuta