18/11/2025
Que son las Nuevas Cosntelaciones Familiares ?
LAS NUEVAS CONSTELACIONES,
Las Constelaciones Familiares son las herramientas correspondientes a un pensamiento, y conforme evoluciona este pensamiento, va evolucionando la herramienta.
La técnica de representar a una persona desconocida o una abstracción, y recibir información de esta representación, es antigua. Y la técnica se adapta a la visión del que la utiliza.
En una primera etapa, Bert Hellinger actuaba como psicoterapeuta, inspirado sobre todo por el Psicoanálisis, el Análisis Transaccional y la Gestalt, en las que el psicoterapeuta tiene el poder y el conocimiento. Los representantes estaban bajo sus órdenes. No tenían autonomía de movimiento. Se buscaba una imagen sanadora para el cliente.
La constelación era una representación fija, inmóvil, únicamente dirigida por el Constelador (y por el cliente cuando colocaba a cada representante). Este modelo de psicoterapia duró unos quince años, y sigue siendo presente en la constelación con muñecos.
Cuando nos hemos situado frente a algo más grande que lo dirige todo, lo quiere todo como es, y lo mueve todo con amor, ya no podemos ser nosotros los que movamos a los representantes o los hagamos hablar.
A finales de los noventa, Bert Hellinger abandonó el modelo de psicoterapia, mostrando que la vida es mucho más que psicoterapia, y que distintas fuerzas dirigen nuestras vidas, fuerzas muy superiores a nosotros, al servicio de las cuales nos tenemos que poner. La constelación hace aparecer estas fuerzas, y sólo su movimiento es el que provoca la sanación. Y Hellinger entendió que esto se reflejaba en el hecho de que los representantes tienen un movimiento autónomo e involuntario que guía la constelación hacia un desenlace imprevisible que será fuente de sanación para todos.
Observó que si los representantes estaban centrados y sin intención se movían espontáneamente, de un modo muy lento hacia una solución inimaginable por el constelador. Al principio llamó a este movimiento “movimiento del alma”.
Paralelamente, hasta más o menos el año 2004, estuvo abriéndose fenomenológicamente a la conciencia moral. A partir de entonces pudo comprender que nuestra fidelidad en forma de conciencia moral limita nuestra entrega a la vida y a la sanación y que la sanación es siempre un movimiento de reconciliación más allá de esa conciencia moral. Una fuerza superior a todos lo mueve todo: desde la conciencia moral y sus consecuencias trágicas hacia la sanación y la felicidad de los seres humanos. Todo está movido desde el amor, al servicio de la vida, por el amor del espíritu.
Entonces Bert distinguió entre movimiento del alma y “movimiento del espíritu”: el movimiento del alma que abarca a los representantes es un movimiento arcaico que muestra la dinámica inconsciente en la que el cliente está atrapado, atrapado en una intrincación, consecuencia de la conciencia moral; el movimiento del espíritu es el movimiento que surge después, a menudo a raíz de una frase sanadora, y lleva hacia una reconciliación y la sanación. Se consideraba como un movimiento externo al sistema humano, es un movimiento del campo del espíritu. Ese espíritu o gran conciencia que lo piensa todo y conforme lo piensa lo crea, es el pensar a la vez que lo pensado. El movimiento del Espíritu pertenece pues a Algo más grande, a esa Gran Conciencia o al Vacío creador, como se quiera llamar, y a la vez pertenece a la Humanidad y a todos los sistemas humanos.
Ya no buscamos una imagen sino un movimiento y además un movimiento de reconciliación.
La sanación entonces es la sanación que necesita todo el sistema familiar. Es la sanación buena para todos. No hay sanación individual.
Desde el libro El Manantial del 2002, Hellinger dice como constelar: dejar actuar el campo. Y en varios momentos, por ejemplo en el librito sobre las Constelaciones del Espíritu, dice que las “antiguas” constelaciones son constelaciones de muerte, son muy peligrosas para el constelador, y si bien permiten una sanación a primera vista, como no respetaban los sistemas familiares creaban a posteriori nuevos desordenes con nuevas consecuencias negativas para la familia del cliente.
¿En qué no respetaban los sistemas familiares?
En que uno más joven – el constelador o el cliente – se permitía mover o hacer hablar a los ancestros.
El constelador se creía el sanador.
En las Nuevas Constelaciones Familiares vemos que la energía de sanación está en el cliente. El constelador sólo pone el cliente en contacto con su fuerza de sanación. Y esa energía de sanación se despliega cuando la persona sintoniza con la vida como es.
Las nuevas constelaciones (del espíritu, cuánticas, etc.), las constelaciones desde el Centro son entonces los nuevos instrumentos que surgen espontáneamente del campo si nos dejamos llevar, si estamos centrados…
Se caracterizan por el hecho de que el constelador se retira, dejando actuar otras fuerzas. Sigue teniendo toda la responsabilidad del trabajo: su centramiento y su conexión con otro nivel de conciencia le permite recibir la información de lo que necesita el campo para la sanación de esa persona.
En la constelación entonces habrá dos planos presentes simultáneamente: el de la realidad presente con el constelador y el cliente que podrá hacer o decir algo y otro nivel atemporal y deslocalizado en el que se mueven los representantes empujados por la energía de sanación.
Los representantes están en un silencio interno absoluto, apenas perciben emoción. Sólo un movimiento extremadamente lento les dirige, sin que puedan percibir hacia donde hasta que finalice ese movimiento.
El constelador está totalmente conectado y en silencio interno. A veces, le viene información, le viene una frase o la necesidad de trabajar algún desorden. Al estar totalmente centrado sabrá cómo hacer aparecer esto en el campo, o bien por él mismo, o bien a través del cliente. Ya no interviene con los representantes.
El grupo se pone al servicio de la vida del constelado, y se entrega también al movimiento del espíritu. Algunos se sentirán empujados a pertenecer a la constelación sin saber para qué ni a quién van a representar, otros empezarán a sentir una sensación que no tenían antes, ellos también ya pertenecen a la constelación.
Desde el centro
Existe un requisito evidente para practicar estas constelaciones y movimientos: estar centrado. Este centramiento o apertura a lo más grande, a la nada, al vacío, al amor del espíritu, demanda práctica y sobre todo crecimiento interior, tanto por parte del constelador como por parte de los representantes. No todo el mundo puede representar. Pues, si el representante o el constelador no están centrados van a manipular, proyectando sus necesidades y el resultado va a ser peligroso para el cliente, y por resonancia, peligroso para ese mismo representante y para el constelador por ser el responsable de lo que haya ocurrido.
En las Nuevas Constelaciones Familiares vemos que la energía de sanación está en el cliente. El constelador sólo pone el cliente en contacto con su fuerza de sanación. Y esa energía de sanación se despliega cuando la persona sintoniza con la vida como es.
Las nuevas constelaciones (del espíritu, cuánticas, etc.), las constelaciones desde el Centro son entonces los nuevos instrumentos que surgen espontáneamente del campo si nos dejamos llevar, si estamos centrados…
Se caracterizan por el hecho de que el constelador se retira, dejando actuar otras fuerzas. Sigue teniendo toda la responsabilidad del trabajo: su centramiento y su conexión con otro nivel de conciencia le permite recibir la información de lo que necesita el campo para la sanación de esa persona.
En la constelación entonces habrá dos planos presentes simultáneamente: el de la realidad presente con el constelador y el cliente que podrá hacer o decir algo y otro nivel atemporal y deslocalizado en el que se mueven los representantes empujados por una energía superior.
El constelador
El constelador estará en la actitud de representante de sí mismo, y se dejará abarcar también por el movimiento.
El constelador tiene la responsabilidad de que todos actúen desde el centro. Su propia conexión es lo que dará la fuerza y la fluidez a la constelación. Ya no tiene la posibilidad de intervenir sobre los representantes. Pues éstos están dirigidos por el movimiento del espíritu.
Incluso todos los presentes están abarcados por las fuerzas de sanación. Todos pertenecen al campo, cualquiera en algún momento podrá ser impelido a participar, sin saber a quién o a qué representa.
A veces al final, hay información importante para el cliente. El constelador tiene que seguir protegiendo al cliente y sentir si es oportuno dar una información. La devolución para que sea útil para el cliente tiene que ser esencial y muy centrada.
Lo cuántico
Estar en sintonía con la vida como es, asentir, agradecer a la vida como es, produce un salto cuántico en nuestras vidas. Produce sanación, cambio cualitativo, mejoría del bienestar.
El asentimiento y el agradecimiento son fuerzas del campo del espíritu, del centro vacío o del gran Campo, previas a los órdenes del amor. Son fuerzas que sanan los órdenes del amor y sanan nuestras vidas.
Lo que Bert Hellinger llama el amor del espíritu es la visión de la vida sobre el que el nuevo paradigma descansa: la visión cuántica de la vida.
Por un lado nuestra mirada de observador neutro, que lo ve todo con amor, agradecimiento y respeto, cambia lo que ve y a la vez es transformado por lo que ve. La observación se transforma en un bucle de resonancia sin fin, una espiral de sanación.
Por otro lado, ahora sabemos que somos energía, y que todo es a la vez partícula y onda. Junto a cada partícula o realidad materializada (desplegada) existe un océano “implicado”, un océano de otras probabilidades. El salto de la partícula a otra onda de probabilidad se da cuando el observador deja de mirar la partícula y no sabe qué va a pasar; se da cuando su mente está vacía.
En nuestra vida, las cosas cambian cuando dejamos de mirar el problema, cuando lo aceptamos plenamente, para después soltarlo, dejar de pensar en él, abrirnos a la vida como es, desde la aceptación incondicional, el agradecimiento y el respeto. El problema se transforma en otra probabilidad, siempre mejor para todos que la anterior.
Las Nuevas Constelaciones integran la dimensión cuántica de la vida cuando la persona se sitúa en observadora de su vida, aceptando ver todo lo que se desarrolla delante de ella en la constelación, agradeciendo y honrando todo, para luego despedirse de su pasado y elegir la vida con lo que le toque, entregándose al gran Campo y a todo lo posible, con una sensación profunda de agradecimiento a la misma vida.
La constelación se inicia con los representantes que hagan falta. A partir de ese momento, pido a los presentes que se entreguen al centro vacío y se pongan al servicio de la vida del cliente. Si se sienten empujados por alguna fuerza externa para representar, lo hacen, sin saber a qué ancestros van a representar.
Llega un momento en el que “el movimiento del alma” se ha dibujado. En que todos los ancestros intrincados en la vida del cliente han hecho su aparición y se muestran.
Entonces llega una nueva etapa en la constelación.
En un determinado momento el constelador siente que es necesario dejar la “partícula”, el pasado, el sufrimiento y abrirse al presente y a las nuevas posibilidades.
Ya no somos los encargados de sanar a nuestros ancestros. Sólo debemos vivir, vivir con lo que nos toque, y milagrosamente todo empezará a sanarse.
Entonces el constelador pide al cliente y a los demás que se entreguen de nuevo al centro vacío, al silencio, al agradecimiento y la alegría, para que luego den las gracias al pasado, que se despidan de él y que digan “ahora elijo la vida”, abriéndose a la vida, al futuro, tal y como salga. Todos dirigen entonces la mirada hacia la vida, con decisión y agradecimiento. Ayudando a que se produzca la sanación en la vida de la persona.
La energía en el campo está a su máximo cada vez que alguien pronuncia esta frase: ELIJO LA VIDA. Todo se transforma.
Es cuando se produce el “milagro”. Cuando la persona elige con toda su fuerza vivir la vida como es, el pasado se sana y la libera. Los ancestros, uno tras otro, van tumbándose y cerrando los ojos. Suelen comentar la liberación, la paz o la alegría que les da esa frase. Algunos mu***os relatan incluso que viven un profundo proceso de transformación: abandonan su identidad y vuelven al vacío. Ya no hace falta hurgar entre los ancestros para sanarlos. Ya no se debe saber quiénes son. Solamente verlo todo, agradecer y dejarlo atrás para entregarse al Campo de punto cero, a la Vida como es, desde el amor, sin intención.
Y descubrimos que la clave de la sanación está en nuestra decisión, en nuestra elección, sea cual sea el peso anterior. El pasado se sana gracias a nuestra aceptación, no por nuestro trabajo sobre él…
La evolución del movimiento del espíritu hoy nos muestra que este movimiento de sanación está en nosotros, está en nuestra elección por la vida. Ahí está la sanación.
Y la fuerza que entra en la persona y en el campo entonces es máxima.
De esta manera hemos salido de la polaridad “estar bien / estar mal”, el observador lo mira todo con amor y agradecimiento, y al hacerlo su vida cambia de frecuencia, sale de la polaridad, da un salto a algo distinto y siempre mejor: hacia más vida y más conciencia.
Las constelaciones familiares son una terapia sistémica que busca entender y resolver problemas emocionales y relacionales a través de la representación visual de las dinámicas familiares. Esta técnica fue desarrollada por el psicoterapeuta alemán Bert Hellinger en los años 90.
En una sesión, los participantes eligen a otros para representar a miembros de su familia o a aspectos de su vida. Estos representantes se colocan en un espacio físico, lo que permite observar las relaciones, tensiones y patrones que pueden estar afectando al individuo. La idea es que a través de esta representación, se pueden identificar y resolver conflictos ocultos, traumas o lealtades familiares que afectan el bienestar emocional.
Las constelaciones familiares se utilizan para abordar una variedad de problemas, incluyendo dificultades en las relaciones, problemas de autoestima, enfermedades y patrones repetitivos en la vida de una persona.
TALLER DE NUEVAS CONSTELACIONES FAMILIARES
Fecha: sábado 17 de enero 2026
Hora: 9:00 am a 6:00 pm
Lugar: Ātman yoga & meditación
Info ℹ️ https://wa.me/message/QRYD46K5SPG3L1