04/09/2025
Hermosa historia….
Una mujer, para el cumpleaños de su mejor amiga, le regaló una cadena de oro. Se gastó todo su sueldo; y la verdad, no ganaba mucho.
Pues sí, la compró y se la dio con mucho cariño. Muy pronto en la fábrica donde ambas trabajaban todas se enteraron del regalo. Y empezaron las críticas: que cómo era posible gastar tanto dinero en una amiga, que exageraba, que eso no se hacía. Incluso una compañera se atrevió a decirle en público:
—Oye, ¿y qué te dio ella a cambio? ¿Qué ha hecho como para que la bañes en oro?
Oly, tranquila, contestó con pocas palabras:
—Me dio unos tamales.
Todas se rieron y preguntaron con ironía:
—¿Tamales? ¿Y eso amerita una joya de oro?
Entonces Oly explicó:
—Cuando estuve internada en el hospital, muy grave, sin poder comer nada, ella me llamaba a diario para preguntarme qué se me antojaba. Un día, sin pensarlo, le dije “unos tamales de rajas con queso”. No sé ni por qué, así nomás lo solté. Y ¿qué creen? Mi amiga se aventó en pleno frío, tomando dos camiones, y me trajo una olla llena de tamales recién hechos. No una, varias veces vino a verme. Me cuidó, se sentaba junto a mí, me daba ánimo.
Así que no entienden nada. Si yo tuviera un reino o millones de dólares, igual sería poco para pagarle lo que hizo por mí. Porque gracias a ella estoy aquí. Si no fuera por esos tamales y por su cariño, a lo mejor ya tendría cruz en el panteón en lugar de estar recibiendo este sueldo.
Las demás se quedaron calladas. Empezaron a pensar en voz baja: ¿tendrán ellas una amiga así ?
Porque en realidad no se trata de los tamales, ni de la cadena de oro. Se trata de dos corazones que tuvieron la fortuna de encontrarse en la verdadera amistad.
En palabras más simples: lo importante en la vida es tener a alguien para quien seas indispensable. Y cuando alguien te demuestra amor de esa forma, no importa el costo. Hasta por unos tamales…
Se agradecido en la vida y siempre te irá bien…