04/07/2017
Con toda la polémica desatada por el autobús anaranjado que llega a México con el apoyo del Consejo Mexicano de la Familia y el Grupo CitizenGo, que trasmite un discurso en contra de lo que llaman “ideología de género”, han surgido argumentos en favor y en contra de esta campaña, y en la mayoría de las ocasiones han sido viscerales y poco racionales, y nos atrevemos a decir que es por ambas partes. Esta situación ha motivado a que las personas se cuestionen sobre lo qué es y lo qué no es Género.
En Diversificando buscamos tomar una posición académica y enunciar discursos a partir de la ciencia y la razón. De manera que, habrá cosas que no gusten a ambas partes, pero la realidad es compleja y no siempre se adecuará a nuestros intereses.
Es necesario entender primero qué es S**o, s**o son las características biológicas que diferencia a las personas en dos categorías; machos y hembras, con base en esas características la sociedad determinará los valores, actitudes, papeles, prácticas o características culturales que le corresponderán a cada uno, determinado así lo que es hombre o mujer. Estas identidades son construidas y aprendidas por medio de las relaciones interpersonales de los miembros de una sociedad, y están en constante evolución; dependiendo el momento histórico, el desarrollo cultural y las necesidades económicas. Un ejemplo sencillo es Francia del siglo XVIII, donde los hombres usaban tacones para demostrar un estatus socio-económico y en la actualidad son socialmente aceptados exclusivamente en las mujeres. Es así, que las identidades de género es cómo una persona adopta estos roles para sí mismo/misma, independientemente de sus genitales, pues se puede ser biológicamente hembra pero socialmente hombre. Pues la naturaleza no determina estos roles, solo los genitales.
El verdadero problema radica en que las Identidades de género han determinado la manera en cómo las sociedades se han organizado desde hace muchos siglos y las funciones que le corresponden a sus integrantes, ofreciendo así un sentido de armonía personal en los individuos y para el resto, de manera que la vida ya no puede transcurrir sin identidades de género. Al trasgredir esta norma es esperable la reacción de aquellas personas que no tienen los elementos en su experiencia de vida para dar entendimiento a este fenómeno, pues solo pueden responder con lo que han aprendido, y mucho de este conocimiento es basado en la trasmisión de generación en generación, construida en otro momento histórico y cultural.
Las sociedades han sido cambiantes en cada etapa de la historia, por tanto también la forma en cómo los individuos representan la realidad. Vivimos en una sociedad que necesita desesperadamente un sentido de armonía, no debemos ser radicales, rígidos o viscerales, sino invitar al dialogo, pues todos y todas somos parte de este proceso de construcción de la realidad y es necesario un cierto nivel de acuerdo entre las y los miembros de la sociedad, pues imponer un criterio por encima de otro no es libertad de pensamiento.