31/10/2025
La llama del propósito🕯️☕️✍️💬
Un día, el fósforo miró a la vela con ternura en la voz y le dijo:
—Hoy… he venido a encenderte.
La vela, estremecida, retrocedió con temor:
—¡No! Si me enciendes, me consumiré. Mis días estarán contados. Por favor… no lo hagas.
El fósforo, con una suave sonrisa, respondió:
—¿Y acaso eso es vivir…? Quedarte entera, sí, pero fría. Intacta, pero muda. Erguida… sin haber iluminado jamás.
La vela bajó la mirada y susurró:
—¿Y tiene que doler? ¿De verdad tengo que arder para cumplir con lo que soy?
—Sí —dijo el fósforo con dulzura—. El fuego transforma, duele… pero también revela.
Mi existencia es breve; apenas un instante. Pero si en ese instante te doy mi llama, entonces no habré existido en vano.
Tú eres una vela. Has nacido para dar luz.
Y aunque ardas… mientras lo hagas, darás calor, esperanza y guía a quienes caminan en la oscuridad.
La vela se quedó en silencio. Comprendía.
Y cuando el fósforo comenzaba a extinguirse, ella alzó su voz, suave y firme:
—Entonces… enciéndeme. Prefiero consumirme cumpliendo mi destino… que vivir para siempre sin haber brillado.
Y así, en medio del sacrificio, nació una llama hermosa.
Una llama que no gritaba… hablaba al alma.
Una llama que no cegaba… mostraba el camino.
Porque a veces, solo atravesando el fuego, descubrimos el resplandor oculto que llevamos dentro.
Porque no estamos aquí para durar…
Estás aquí para brillar.
Brilla, no para ser visto, sino para guiar.
Brilla, no para impresionar, sino para inspirar.
Brilla… porque tu luz puede iluminar el mundo de alguien.
En esta breve pero poderosa historia, el fósforo representa esos momentos en la vida que nos sacuden:
🔹 Un desafío inesperado.
🔹 Una pérdida que duele.
🔹 Una crítica que confronta.
🔹 Un fracaso que remueve.
🔹 Una situación que nos obliga a elegir entre quedarnos cómodamente en la oscuridad… o atrevernos a arder para brillar.
El fósforo es ese reto que incomoda pero despierta, ese instante que parece amenazarnos, pero que en realidad nos está empujando hacia nuestro verdadero propósito.
Por otro lado, la vela eres tú, soy yo, somos todos nosotros…
Personas que muchas veces tememos cambiar, crecer, brillar… porque eso implica arriesgarnos, sufrir, y a veces incluso, quemarnos un poco en el proceso.
Debenos de preguntarnos entonces si queremos quedarnos enteros, pero apagados. Íntegros por fuera, pero vacíos por dentro, aunque… ¿de qué sirve estar completos si nunca fuimos luz para nadie?
¿De qué sirve no fallar, si eso significa jamás haberlo intentado?
¿De qué sirve sobrevivir… si no llegamos a vivir de verdad?
El fósforo —ese desafío— nos dice:
"Arde… aunque duela. Porque ese dolor será tu despertar."
Y la vela —el alma que habita en cada uno de nosotros— finalmente entiende:
"Más vale consumirme cumpliendo mi destino, que vivir intacto y sin propósito."
🔥 La transformación no sucede en la comodidad.
✨ El brillo nace en medio del fuego.
💪 El carácter se forja en la dificultad.
❤️🔥 El alma se revela cuando aceptamos ser tocados por la adversidad y decidimos no solo resistir, sino resplandecer.
Así que la próxima vez que la vida te acerque un fósforo…
No huyas.
Respira hondo.
Y di con el corazón lleno de fe:
"Por favor… enciéndeme."
Porque dentro de ti hay una llama esperando nacer.
Y no estás aquí para esconderte…
Estás aquí para iluminar.