18/11/2025
La prevención es fundamental y se centra en aliviar la presión y mantener la piel sana.
Cambios posturales: Cambiar la posición del paciente encamado cada 2-3 horas es crucial. En personas sentadas, los cambios deben ser más frecuentes.
Cuidado de la piel: Mantener la piel limpia y seca, utilizando jabones suaves y agua tibia. Evitar la fricción al mover al paciente y manejar adecuadamente la incontinencia o la sudoración excesiva.
Superficies especiales: Usar colchones y cojines diseñados para aliviar la presión (superficies especiales para el manejo de la presión o SEMP).
Nutrición e hidratación: Una nutrición e hidratación adecuadas son esenciales para mantener la integridad de la piel y favorecer la curación.
Inspección diaria: Revisar diariamente la piel, especialmente en puntos de mayor riesgo (como talones, coxis, caderas), para detectar signos tempranos como enrojecimiento que no palidece.