26/12/2020
Desde el nacimiento, el bebé tienen un vínculo muy fuerte hacia la madre. Ha pasado nueve meses dentro de su útero y sigue necesitando su calor y apego.
Este vínculo es maravilloso pero, tras el parto, noches en vela y la necesidad del continuo contacto del pequeño hacia su madre, puede ser realmente agotador.
El padre debe tener un papel esencial de apoyo emocional hacia su pareja.
Además de cooperar en todas las tareas del hogar y el cuidado de los niños, es imprescindible escuchar a la mamá, estar a su lado y prevenir que se derrumbe emocionalmente.
Dejar que disfrute de la etapa de crianza y, a su vez, de su intimidad y ratos de soledad. Abrazarla, entenderla, reconfortarla...
La salud física de la madre es muy importante pero la emocional es indispensable.
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- Diario de una mamá pedagoga -