26/10/2025
Para Sigmund Freud, la depresión —a la que él llamó melancolía— no es solamente tristeza, sino el resultado de un conflicto interno profundo relacionado con la pérdida de algo amado (una persona, un vínculo, una idea de sí mismo, o incluso un ideal).
¿Cómo la explicaba Freud?
Freud decía que cuando una persona pierde a un ser amado o algo con lo que se identificaba, parte de la energía afectiva (libido) que estaba puesta en ese objeto se retira, pero en lugar de liberarse o dirigirse a otro objeto, se vuelve hacia el yo.
Esa energía retorna como autorreproche y autoataque.
Freud lo resume así:
En la melancolía, el sujeto “pierde al objeto, pero también pierde al yo”.
Depresión como agresión contra uno mismo.
La clave freudiana es que la depresión no es pasividad, sino agresión invertida:
Lo que no puede expresarse hacia afuera (enojo, resentimiento, reclamo, deseo no cumplido) se vuelve hacia adentro en forma de culpa, autodenigración y sentimiento de inutilidad.
En una frase freudiana:
“La depresión es un duelo inconsciente, un reclamo hacia el objeto perdido que termina volviéndose contra uno mismo”