08/11/2025
Marco Aurelio tenía un maestro llamado Junio Rústico.
Fue él quien le enseñó la lección que más lo marcó: “no intentes parecer virtuoso… sé virtuoso”.
Rústico le prohibió hablar como los filósofos de moda, usar frases rebuscadas o adoptar poses para impresionar a otros.
Le enseñó a ser simple, directo y honesto consigo mismo.
A vivir su filosofía, no a exhibirla.
Años más tarde, ya como emperador, Marco escribió en sus Meditaciones que de Rústico aprendió “a no actuar nunca para quedar bien”.
Esa fue su mayor fuerza: ser auténtico incluso cuando el mundo esperaba teatro.
Si quieres profundizar en este tipo de enseñanzas y llevarlas a tu vida diaria, aquí tienes mi libro completo sobre estoicismo:
👉 mybook.to/LegadoEstoico