29/09/2025
El 8 de mayo de 2020, el día del señor, a la 20:26 recibí de mi hermana Martha Ferrel, el audio que tanto anhelaba, se trata del audio que grabó Silvia O. El día que madre entregó el báculo de mando a la doctora Martha Gutierrez, en el Hotel Santa Cruz en Creel, Chihuahua.
Contexto:
Este audio originalmente es del 31 de marzo del 2018, por la tarde me pidió que la maquillara, mientras le comentaba que había ido al museo Antonin Artaud y me llamó la atención una foto y ella me habló de los egos sobre todo de la soberbia de mis hermanas mayores, me habló de la transparencia de la curandera y así empezó este audio.
Los que vienen en grupo desde por allá, ya forman parte del grupo por estar con nosotros en todas las ceremonias por tener a su familia en el grupo. Vamos a entenderlo, se entiende con el corazón con el alma, no se entiende con la mente, por si no estamos centrados dónde estamos y que estamos haciendo. Dice: “La idea más alta de la consciencia humana y de sus respuestas universales, lo absoluto, la eternidad, lo infinito, existe aún entre esta raza de viejos indios que dicen haber recibido el sol para transmitirlo a quienes lo merezcan”.
Y lo volvió a leer. Hermanas curanderas hagan consciencia. ¿Quisiera preguntarle a alguien que danzó la primera vez, ¿cuál fue su sentir?, las que danzaron con los rarámuris?, la hermana Elia contestó que fue un momento mágico – no sentimos el tiempo, en realidad yo nunca supe que tiempo estuvimos danzando, Madre contestó que fueron dos horas y media. De tener mucho frío se nos quitó el frío, fue una conexión con nuestro padre Dios, con nuestro hermano mayor, fuimos una sola, una sola hermana, una sola persona hermanados con nuestros hermanos tarahumaras, porque nos unimos con ellos en esa danza, yo me sentí en unión con ellos, nos compactamos con ellos.
Yo les quiero decir que esta afirmación (comenta nuevamente la foto), hagamos consciencia de lo que somos, hagamos consciencia que como pilares de una comunidad rarámuri porque eso somos, hagamos consciencia de la gran responsabilidad que tenemos, porque es la curación del alma. ¿Porqué nos mandaron a eso?, ¿Porqué Nana Mariquita en toda su sabiduría dejo EL conocimiento para mujeres y para hombres, no nada más para mujeres, para que el hombre tomara consciencia de que hay que servir, hay que dar. Decía –curando te curas, sirviendo te sirves, sembrando la palabra, te siembras en el gran corazón de Dios-.
Habla, en los mañana lo recordaba con Martha, con Alma; háblales de sus egos para que sean transparentes, porque en la trasparencia entra la curación, la divinidad, el ser una transformadora un transformador, ustedes que conocen a Miguel, es un gran transformador, no porque esté la Nana (Martha) presente, es un gran transformador no está ahorita militando pero milita en su corazón. Cuando viene a esos temazcales que dirige con el alama, porque será, porque no es un contemplador? O porque es un contemplador?, la hermana Rocío interviene, comenta que es un contemplador porque el sigue haciendo su contemplación aun estando en el servicio médico.
¿Cuánta gente se le ha mu**to en los brazos? Y él ayudándoles a bien morir. Ay madre, llegó chinito, un día, era la primera vez que lo mandaron a Manzanillo, traigo el mu**to en la espalda y yo lo veía chinito, chinito, estaba chiquito todavía mijo. Empezó a agarrar mucha fortaleza y ya después la hacía por dentro, tenemos que estar contemplando siempre, no estar pensando en que esto que el otro, no, no, no. El día que seamos transparentes totalmente y que hablemos de nuestra vida y de lo que nos sucede con toda la claridad ese día le dimos un gran golpe al ego y le bajamos, bajamos esa soberbia encabronada que tenemos a veces, la nana fue muy clara en eso, muy concisa la transparencia hace a la gran hechicera a la gran transformadora en el nombre de Dios. El señor de lejos la contempla, el señor de cerca la apapacha el señor de junto la cuida y el señor de dentro es ella misma, grábense eso, difundanlo, eso sí difúndanlo, háblenlo con sus hermanas, no les llame la atención porque se retiran o no se retiran, de la mano, a mí no me importa a mí ya no me duele eso que se retiren, hagan su trabajo pero háganlo en consciencia y amor. No por sentirse que son, no somos nada, por nuestras manos, por nuestros canales corre el saber del maestro Jesús, corre la curación del gran médico del cielo, nosotros somos nada más canales y agradecida, agradecida, agradecida nada más por eso.
Eternamente en servicio, queremos dejarle una huella a nuestros hijos a todas nuestras generaciones, tenemos que hacerlo así, las matrices cósmicas son las de más responsabilidad porque no tienen 4 o 5 hijos, cientos de hijos, verdad Ileana, esas matrices cósmicas que empollan niños chiquitos, esas matrices cósmicas que son como también las madres de los niños de las escuelas las grandes guías y sus hijos aparte, vamos teniendo más cuidado, esto que se leyó ahora, abre mucha consciencia. Se los voy a mandar y cuando la soberbia nos quiera atacar, hay que leerlo, no dependemos de una etnia de escaparate, dependemos de una etnia sumisa ante su Dios, sumisa ante la madre tierra, fuertes en espíritu con grandeza de alma y valores únicos.
Ayer el señor que nos llevaba en el autobús, dijo -mire madre esos son los verdaderos valores, enseñar a los niños a trabajar- desde chiquitos conocen el valor del trabajo y donde estamos en lo que es la civilización, no tenemos valores, los hijos entre más les damos más contentos nos sentimos, pero cuando viene el golpe que tal nos va, les dimos todo, no queríamos que ni respiraran pero nos los enseñamos a trabajar, no les enseñamos la dignidad o la dignificación del trabajo estos niños desde chiquitos la tienen, unos cantando, otros vendiendo, pero todos haciendo algo por un bien común. Interviene la hermana Rocío, -algo que dijo también el chofer, tu puedes dejar aquí tu cartera, tu celular lo que tú quieras y nadie te lo va a robar. Porque aquí no hay ladrones, no
Sigue madre, no y allá en nuestro lugar, te descuidas tantito y hasta calzones te roban. Dice Rocío -No madre, hasta cerrado todo te violentan la chapa.
Yo quisiera decirles algo, si estamos aquí es por algo, luz nuestro padre creador, nuestro tata, como dicen los rarámuris, tata dios no me deja sin comer, tata dios me da todo, que nos quedara algo en nuestro corazón de esta semana reunidos unidos que tengamos el valor de enfrentarnos a todo aquello que nos hace daño, que no nos deja estar en unificación con Dios, ahorita es todo lo que puede salvar nuestra humanidad porque al trabajar por nosotros trabajamos por los demás, detrás de cada mujer de cada varón hay miles viéndote y no es físico, en etéreo, eso lo tenemos que entender. Estamos aquí por una razón, estamos viendo, estamos contemplando a nuestros tarahumaras, grandes arquitectos de vida como dice la poesía “Andamiajes de la vida”, no vino ahora nuestra poeta, si no ya estuviera llorando diciéndonos poesías, ella es una tarahumara que no se nota entre las tarahumaras, es otra tarahumara, ahí andaba otro tarahumara detrás de ella. Porque la vida de nosotros no crean que es pura seriedad no, somos muy alegres también, la alegría que nos ha dado el ser y estar, en la danza de fuego, en el trabajo del agua, en el trabajo del viento y vaya que viento nos recibió en las Barrancas, yo no sé si fue cosa mía pero yo sentí que hasta la tierra se movía con ese aire tan fuerte, era un temblor en total del aire, yo me quite tantito de ahí.
Pero ese viaje fue que nos recibió el viento y dice el tata Juan (ya trascendido) Dios creo la tierra el hombre se adueñó de ella la dividió, la vendió se hizo un criminal por la tierra, la sangre se derramo en ella misma, la madre recibió la sangre, ah! pero cuando la tierra cobra su factura , nos hace gritarle a Dios, como desesperados, o cuando tiembla no le gritamos a Dios?, Señor perdón!, Dios mío santo!, esos temblores tan fuertes y más como nos dan allá en Colima, allá hay temblor de aire, de tierra y todo junto. El agua, el hombre la apresó, la vendió, la ensució, cómo están nuestro mares? Nuestros ríos, nuestros mantos, pero cuando el agua cobra su factura, ni quien la detenga, son los grandes elementos. El fuego, el hombre lo apresó y lo vendió también pero cuando el fuego cobra su factura, no hay quien lo detenga, sólo algo no pudo apresar el hombre…el viento, porque es el aliento divino, el poder de la transformación de todo lo creado, ese quedó libre.
Y yo le preguntaba una vez, Tata, ¿porqué se secó ese río? Y me dijo -Desde que las mujeres de tu raza dejaron de amamantar a sus hijos, dejaron de parir, dejaron de parir sin dolor, los ríos se secaron, porque al parir una mujer, esta de la mano de Dios y contemplan los dos, su propia creación Dios y ella, tu dios y una mujer, la grandeza de Dios, la mujer, la divinidad que la nana tanto, o ustedes habían escuchado hablar antes de la divinidad de la mujer en su maternidad, cosas de la nana, la nana es sabia, lo que quería era que nosotros las mujeres entendiéramos la divinización como mujeres, el varón, que mueva la tierra con sus manos y la fuerza volverá a él, que siembren y los frutos se darán aunque tenga miles de trabajos aunque sea un gran arquitecto un gran lo que sea pero que siembre, que vuelva a mover la tierra, que sus manos se llenen de barro para que sus manos se conviertan, conviertan también lo que toca, purifiquen, aquieten y dominen sus sentidos no es nomás porque sí, todo tiene un porque, vamos a dejar que nuestro corazón se aquiete.
Cerramos nuestros ojos y contemplamos esta gran sierra, vamos en amor y en paz visualicemos tres grandes cuevas juntas, nuestro terreno sagrado el lugar donde mora el gobierno, pero el gran gobierno espiritual tarahumara donde hombres y mujeres contemplan la grandeza de dios a través de todo lo creado a través de su vida, a través de la grandeza de sus barrancas, cuando caímos del cielo, las piedras y los barrancos eran pequeños y hoy seguimos aquí de pie y se han convertido en
grandes barrancos en enormes piedras, la gran sierra que nuestros tarahumaras sostienen con su contemplación, desde el principio de la Sierra Madre hasta el final de la sierra madre, sostienen esa frecuencia maravillosa, esa frecuencia que nos hace respirar porque sostienen el aliento divino, los árboles, las grandes cascadas que nos dan vida y oxígeno, por eso dice es la más alta idea de la consciencia humana y de respuesta universales, lo absoluto, la eternidad, lo infinito existe entre esta raza de viejos indios, que dicen haber recibido el sol para transmitirlo a los que lo merezcan y a los que tengan que seguirlos, sembrando en las almas, en los corazones y vamos dejando flotando nuestra alma y nuestro corazón allá en terreno sagrado donde en este momento están en la explanadita contemplando la grandeza de Dios en la gran bóveda celeste, agradeciendo a Dios el día, lo que nos dio de comer, lo que nos dio de beber el milagro de la vida, en ese corazón que su palpito da vida que su palpito se difunda en todos los corazones que hemos estado aquí , que hemos practicado o que nos han practicado la curación tarahumara, agradecidas agradecidas y agradecidos con la vida, con el Dios mismo el dios del cielo, el dios del trueno, el dios del vacío descansamos en ese pedazo de tierra santa que es terreno donde habitan ellos, ancianos de casta, el lobo 553 es el gran padre ahora, el tata, el gobierno pero el gobierno espiritual, invocamos a nana Mariquita y a Tata Juan, que están y gozan de la grandeza de Dios en su casa, la casa del eterno padre para que siga fungiendo en nuestros corazones como la gran maestra nana, el gran maestro tata Juan. Yo eternamente agradecida con ellos y unida al servicio, sólo él es Dios, sólo él es Dios, sólo él es Dios!!!.
Voy a pedirles que suenen el tambor y un sonido de caracol para iniciar la entrega (minuto 23:53).
A siete años de su trascendencia, comparto estas reflexiones:
1. No hay una declaración directa de que anunciara su muerte, pero sí se percibe una profunda conciencia de trascendencia.
Habla con tono de despedida y entrega, como si estuviera cerrando un ciclo (“eternamente agradecida, eternamente en servicio”).
Reconoce que lo esencial no es ella como persona, sino el servicio y la transmisión del legado espiritual: “nosotros no somos nada, somos solo canales”.
Enfatiza la humildad, la transparencia y la disolución del ego, como preparación para la unión con lo divino.
Esto hace pensar que estaba consciente de que su tiempo estaba llegando, no en un sentido de miedo, sino de aceptación y misión cumplida. En términos espirituales, estaba preparando a su comunidad para caminar sin su presencia física.
2. El sentido de sus palabras
Sus mensajes principales fueron:
La transparencia y humildad como camino de transformación.
El servicio como medicina: “curando te curas, sirviendo te sirves”.
La continuidad del legado: no depende de una sola persona, sino de la comunidad unida y consciente.
El respeto a la naturaleza y a los elementos: agua, fuego, tierra y viento como recordatorio de lo sagrado.
La divinidad de la mujer: especialmente en la maternidad y en el dar vida.
3. La mayor enseñanza de este diálogo
La enseñanza central es que la vida y la misión espiritual no se tratan de acumular poder ni de la figura de un líder, sino de servir con amor y humildad, dejando huella en las generaciones futuras.
Madre María Félix muestra que la verdadera fuerza está en:
Reconocer que somos instrumentos de algo más grande. Vivir en coherencia con lo que predicamos.
Aceptar la muerte no como final, sino como entrega al ciclo eterno.
Su diálogo de 30 minutos es casi un testamento espiritual: invita a vencer el ego, valorar la vida sencilla, mantener la conexión con la tierra, y sostener el servicio con amor y unidad.
📌 En síntesis:
Más que anunciar su muerte, Madre María Félix Ramírez Dávila, estaba cerrando su servicio con consciencia y gratitud, dejando a su comunidad las claves para continuar sin ella: la transparencia, el servicio y la unión con lo divino.