01/11/2025
Encontrar tu aquelarre es abrir el corazón a la sabiduría que habita en otras mujeres. Es reconocer que hay almas que han caminado antes que tú y que, con amor y humildad, te tenderán la mano para guiarte en el camino.
En ese círculo sagrado, conectarás con espíritus sensibles, capaces de darte un abrazo verdadero, de esos que no solo reconfortan el cuerpo, sino que curan el alma.
Tener un aquelarre no tiene que ver con lo que muchos llaman “brujería”; tiene que ver con hermandad. Es formar un círculo de mujeres que se acompañan en el amor, que se escuchan sin juicio y comparten sus heridas para transformarlas juntas en luz.
Hemos tergiversado tanto la palabra conectar, cuando en realidad se trata de mirar a otra alma y decirle con el corazón: “Aquí estoy, te veo, te abrazo, te acompaño.”
Eso es amar.
Eso es sanar.
Eso es ser bruja hoy en día: una mujer consciente, que a pesar de sus cicatrices, sigue eligiendo amar y encender luz donde otros solo ven oscuridad.
Mi aquelarre está lleno de mujeres sabias, maestras de la vida, guardianas del amor. Hoy, nos regalaron pinturas que representan a las almas que caminan con nosotras, recordándonos de dónde venimos y la luz que venimos a entregar al mundo.
Gracias a mi primer Aquelarre, por ser las primeras en creer, en confiar y en sostener.
Con todo mi amor,
Paola — o como ahora me llaman, Antahkarana. 🌙✨