30/11/2025
🕯️¿Y si el Adviento no fuera sólo una cuenta regresiva hacia la Navidad… sino hacia tu propia transformación interior?
El Adviento abre un nuevo año litúrgico, pero también abre una nueva posibilidad de crecimiento. Isaías anuncia un movimiento audaz: “Vengan, caminemos a la luz del Señor” (Is 2,5). San Pablo urge: “Ya es hora de despertar del sueño” (Rm 13,11). Y Jesús recuerda que la historia no es un ciclo infinito: Él volverá. No para asustar, sino para orientar.
Desde el Desarrollo Humano, este triple llamado es profundamente estratégico.
1️⃣ Despertar:
Rollo May decía que la verdadera libertad comienza cuando dejamos de vivir anestesiados. Pablo lo confirma: “despójense de las obras de las tinieblas”. Hoy, las “tinieblas” se disfrazan de ruido, prisas, autoengaño, imágenes prefabricadas de éxito. El despertar es un acto de honestidad interior: mirar dónde estamos y qué necesitamos cambiar.
2️⃣ Caminar:
Isaías no invita a esperar pasivamente, sino a movernos. El crecimiento personal no se decreta, se construye. Maslow lo explicó: la autorrealización requiere decisiones concretas que nos alineen con nuestro yo más pleno. En lenguaje espiritual: caminar hacia la luz es elegir lo que nos humaniza, aunque cueste.
3️⃣ Esperar activamente:
El regreso de Cristo no es un miedo apocalíptico, sino un horizonte que ordena la vida. Como diría Carl Rogers, es la “dirección intencional” que permite que toda experiencia se vuelva significativa.
Esperar a Cristo es vivir despiertos, coherentes, disponibles.
El Adviento no es nostalgia ni azúcar navideña anticipada.
Es gestión estratégica del corazón: revisar, depurar, avanzar.
Es recordar que Dios no se quedó en el pasado… viene a encontrarte hoy, y vendrá al final para consumarlo todo en plenitud.
💭 ¿Qué “sueño” necesitas despertar en ti para caminar hacia la luz este Adviento?
👉 Te leo en comentarios, o agenda una sesión de acompañamiento con NASHA.