27/09/2025
La salud es el resultado de repertorios conductuales sostenidos en contextos específicos. Invertir en salud implica construir ambientes que favorezcan elecciones consistentes con lo que valoramos: vitalidad, longevidad, autonomía.
¿Por qué hacerlo?
Porque las consecuencias naturales, enfermedades prevenibles, dolor, limitaciones, tienen un costo mayor que la incomodidad inicial de ejercitarse, hidratarse o acudir al médico. El refuerzo no siempre es inmediato, pero a largo plazo se traduce en más libertad de acción.
¿Cómo hacerlo?
1. Alimentación: establecer conductas de compra funcionales (llenar el carrito de frutas/verduras antes que de ultraprocesados).
2. Hidratación: asociar el vaso de agua con rutinas ya existentes (ej. cada vez que revisas el celular, beber un trago).
3. Ejercicio: usar shaping, iniciando con 5 minutos de caminata hasta alcanzar 30 diarios.
4. Chequeos médicos y dentales: programarlos como conducta rutinaria, no reactiva (esperar al dolor).
5. Sueño: crear señales discriminativas consistentes (hora fija, ambiente oscuro y sin pantallas por lo menos 30 minutos antes de dormir).
Aplicación clínica:
En sesión, el terapeuta puede ayudar a identificar las conductas de autocuidado como acciones comprometidas en ACT o conductas efectivas en DBT. Por ejemplo: un paciente que evita ir al dentista por ansiedad puede trabajar la exposición gradual (sentarse en la sala de espera, luego una limpieza, etc.) hasta integrar la conducta como hábito preventivo.
Aplicación en vida diaria:
Alguien con estrés laboral puede incorporar pausas activas de 2 minutos cada hora.
Una familia puede acordar una caminata nocturna corta en lugar de ver un capítulo extra de televisión.
Un joven que tiende a saltarse comidas puede usar alarmas como estímulos discriminativos para mantener regularidad alimentaria.
Invertir en salud es entrenar conductas preventivas, pequeñas, repetidas y sostenidas en ambientes que faciliten la elección de lo que importa, aunque incomode al inicio.
Todo parece urgente...
Hasta que te enfermas.
Entonces entiendes que solo hay una cosa que importa:
TU SALUD
Invertir en salud hoy, es tu mejor regalo para el futuro.