03/11/2025
La distancia emocional del otro no te intriga, te ancla. Es un anzuelo perfecto para tu herida de abandono. Te vuelves adicto no a la persona, sino al reto de "ganártela", creyendo que su validación finalmente sanará tu sentimiento de insuficiencia. Gastas tu energía vital intentando descifrar a alguien que no quiere ser descifrado, porque es más fácil analizar sus señales mixtas que sentarte en el silencio y analizar por qué crees que mereces tan poco.