11/10/2025
Reducir a Electrolit a la categoría de “bebida azucarada” es un error conceptual que ignora la fisiología del transporte activo intestinal y la farmacología de las soluciones isotónicas.
Su eficacia clínica radica en una formulación químicamente precisa y fisiológicamente compatible con el plasma humano, diseñada para optimizar la absorción hídrica y la restitución iónica.
En medicina, la diferencia entre un refresco y una solución terapéutica no está en la etiqueta, sino en la bioquímica del efecto fisiológico que produce.
Electrolit no hidrata por marketing; hidrata porque respeta la fisiologia.
Recuerda que la base de la hidratación debe ser el agua 💧
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DISCLAIMER:
MI COMENTARIO ES 100% MÉDICO, BASADO EN EVIDENCIA CIENTÍFICA Y EN MI CRITERIO CLÍNICO PROFESIONAL. NO EXISTE NINGUNA INFLUENCIA, PATROCINIO NI INTERÉS COMERCIAL DE POR MEDIO. ESTA PUBLICACIÓN SURGE EXCLUSIVAMENTE DE LAS DUDAS FRECUENTES QUE MIS PACIENTES ME HAN PREGUNTADO.
SIEMPRE, LA RECOMENDACIÓN GENERAL PARA LA POBLACIÓN SANA SERÁ MANTENER UNA HIDRATACIÓN ADECUADA CON AGUA.
DR. MANUEL LAVARIEGA SARACHAGA
Electrolit: Fisiología, farmacología y bioquímica de una solución terapéutica de rehidratación oral
Referencia
DOI: 10.1016/j.jand.2023.04.007
El concepto de rehidratación efectiva no se limita a la simple ingesta de líquidos, sino al restablecimiento de la homeostasis hidroelectrolítica y osmótica. En este proceso, la comprensión farmacológica y fisiológica de los mecanismos de transporte intestinal, junto con la composición exacta de los electrolitos, define la eficacia clínica de una solución.
Electrolit representa una formulación bioquímicamente diseñada, cuya acción terapéutica va más allá de la hidratación básica: es una aplicación directa de la fisiología celular al restablecimiento del equilibrio iónico humano.
1. Isotonicidad y cinética osmótica intestinal
La osmolaridad plasmática humana se mantiene entre 285–295 mOsm/L, valor crítico para la estabilidad del volumen extracelular y el gradiente osmótico transmembranal. Electrolit posee una osmolaridad promedio de ≈300 mOsm/L, lo que la sitúa en el rango isotónico con el plasma.
Desde una perspectiva farmacocinética, esta isotonicidad garantiza un transporte hídrico eficiente por ósmosis facilitada, evitando tanto la diarrea osmótica de las soluciones hipotónicas como la retención intraluminal de las hiperosmolares.
El equilibrio osmótico permite que el agua y los iones se muevan hacia los compartimentos extracelulares de forma controlada, con una biodisponibilidad hídrica superior y un perfil de absorción predecible.
2. Mecanismo bioquímico de acción: el cotransporte Na⁺/glucosa (SGLT-1)
El mecanismo fisiológico responsable de la rehidratación efectiva reside en el transportador SGLT-1 (Sodium-Glucose Linked Transporter-1), una proteína integral localizada en la membrana apical de los enterocitos del intestino delgado.
El cotransporte SGLT-1 utiliza el gradiente electroquímico de sodio generado por la Na⁺/K⁺-ATPasa basolateral para introducir de manera simultánea 2 iones de sodio (Na⁺) y 1 molécula de glucosa hacia el interior celular.
Este proceso activa la entrada secundaria de agua mediante osmosis celular y restablece el volumen extracelular. La glucosa, en este contexto, no es un “endulzante” sino un cofactor esencial de transporte activo dependiente de energía.
Sin glucosa, el cotransporte de sodio sería ineficaz; sin sodio, la absorción hídrica no ocurriría. La sinergia iónica-glucídica es, por tanto, el núcleo farmacodinámico del proceso de rehidratación.
3. Farmacodinamia electrolítica
La acción terapéutica de Electrolit depende de la interacción coordinada de sus iones y sustratos energéticos:
Sodio (Na⁺): principal determinante del volumen plasmático y de la presión osmótica. Su restauración corrige hiponatremias dilucionales y previene alteraciones en la excitabilidad neuronal y muscular.
Potasio (K⁺): fundamental para la repolarización celular, la conducción nerviosa y la contractilidad miocárdica. La reposición adecuada previene arritmias y debilidad muscular.
Cloro (Cl⁻): anión acompañante que mantiene la neutralidad eléctrica y regula el equilibrio ácido-base junto al bicarbonato.
Glucosa: además de facilitar la absorción intestinal de sodio, provee energía inmediata al metabolismo intestinal y al sistema nervioso central durante la hipovolemia.
Desde la perspectiva farmacodinámica, la interacción de estos componentes genera un efecto terapéutico sistémico de restitución volumétrica, con restauración de la perfusión tisular y la homeostasis iónica.
4. Propiedades farmacocinéticas y biocompatibilidad
Tras la administración oral, Electrolit alcanza una absorción intestinal casi completa en los primeros 30–60 minutos, logrando equilibrio plasmático con una biodisponibilidad hídrica cercana al 100 % en sujetos con función intestinal conservada.
El perfil farmacocinético muestra un inicio de acción rápido, con incremento medible del volumen plasmático y normalización de la osmolaridad sérica en la primera hora.
A diferencia de las bebidas comerciales hiperosmolares, no altera la motilidad intestinal ni el pH gástrico, manteniendo una biocompatibilidad fisiológica con el epitelio entérico.
5. Enfoque farmacotécnico y normativo
Electrolit es fabricado bajo estándares farmacéuticos GMP, lo que asegura pureza, concentración estable y ausencia de contaminantes osmóticamente activos.
La formulación cumple los lineamientos de la OMS (2006) y de la NOM-036-SSA2-2012 para soluciones de rehidratación oral, lo que respalda su empleo clínico en cuadros de deshidratación leve a moderada, diarrea osmótica, síndrome febril prolongado y deshidratación por ejercicio o exposición térmica.
No se clasifica como bebida refrescante, sino como solución terapéutica de administración oral, con base en criterios farmacológicos de estabilidad, eficacia y seguridad.
6. Perspectiva fisiopatológica y terapéutica
En el contexto clínico, la restauración del equilibrio hidroelectrolítico tiene impacto directo sobre la microcirculación, la contractilidad miocárdica y la perfusión renal.
El restablecimiento del volumen extracelular a través del mecanismo Na⁺/glucosa induce la normalización de la presión de filtración glomerular, la excreción adecuada de urea y creatinina y la reactivación de los mecanismos de termorregulación y conducción nerviosa.
Por ello, su indicación tras eventos de hipovolemia, fiebre prolongada, ejercicio extenuante o gastroenteritis no es empírica, sino fisiológicamente fundamentada y farmacológicamente racional.
Reducir a Electrolit a la categoría de “bebida azucarada” es un error conceptual que ignora la fisiología del transporte activo intestinal y la farmacología de las soluciones isotónicas.
Su eficacia clínica radica en una formulación químicamente precisa y fisiológicamente compatible con el plasma humano, diseñada para optimizar la absorción hídrica y la restitución iónica.
En medicina, la diferencia entre un refresco y una solución terapéutica no está en la etiqueta, sino en la bioquímica del efecto fisiológico que produce.
Electrolit no hidrata por marketing; hidrata porque respeta la fisiologia.