01/12/2025
Tengo 35 años y soy cirujano. Esto va para ti si estás estudiando medicina, en la residencia, o dando todo por esta carrera.
Hace no mucho yo estaba donde tú estás. Y nadie me dijo esto:
Los sacrificios son reales.
Te vas a perder cumpleaños, bodas, momentos con tu familia y amigos. Y sí, duele cada vez. La distancia pesa. Vas a extrañar tu ciudad, tu comida, tu cama.
Vas a sentirte solo aunque estés rodeado de gente. Las guardias de 24 horas (o mas horas) existen. No es broma. Tu cuerpo va a aprender a funcionar con poco sueño.
Vas a comer parado. O rápido. O de plano no vas a comer. El lunch que llevaste se va a quedar frío.
Vas a cargar historias que no puedes contar. Cosas que ves, casos que te marcan. Y probablemente nadie afuera vaya a entender. Algunos días tu mejor esfuerzo no va a ser suficiente. Y vas a tener que aprender a vivir con eso.
No te voy a mentir. Es duro.
Pero también:
✨ Eres más fuerte de lo que crees. Cada guardia que terminas te lo demuestra.
✨ Vas a encontrar tu gente. Tus compañeros de guardia se vuelven familia.
✨ Cada sacrificio está construyendo al médico que vas a ser.
✨ El primer “gracias doctor” te va a cambiar. Y nunca deja de importar.
✨ Vas a tener propósito todos los días.
Con 35 años te digo: ¿Sigo sacrificando tiempo con mi familia o amigos? Sí.
¿Sigo teniendo dias pesados? Sí.
¿Sigo cargando el peso de cada decisión? Cada día.
¿Me arrepiento? Ni un segundo.
Porque ahora entiendo lo que no veía en la residencia:
Cada noche sin dormir te acerca a ser el médico que alguien va a necesitar. Cada sacrificio vale cuando ves la diferencia que haces. Desde este lado te digo: Vale la pena. Todo. Los días son largos. El camino es duro. Pero estás construyendo algo que pocos tienen el valor de intentar. No estás solo. Yo pasé por donde estás hace poco. Llegué acá. Tú también vas a llegar. Sigue.