08/11/2025
🔴⛳️OAXACA, PRIMER LUGAR NACIONAL EN AS*****TO DE PRESIDENTES MUNICIPALES: 24 MUNÍCIPES EJECUTADOS EN 25 AÑO
📍📍La violencia contra autoridades municipales se mantiene como un fenómeno sostenido e impune en la entidad
En los últimos 25 años, 119 presidentes municipales en funciones y electos han sido asesinados en el país, de acuerdo con registros oficiales y hemerográficos. Oaxaca es el estado más letal para quienes ejercen la autoridad municipal, con 24 alcaldes ejecutados en este periodo.
La cifra no solo revela la gravedad del fenómeno: lo normaliza. En Oaxaca, prácticamente cada año es asesinado al menos un presidente municipal.
Los casos más recientes confirman que la violencia política no se detuvo con los cambios de administración estatal. El 18 de marzo de 2024, Joaquín Martínez López, presidente municipal de Chahuites, fue asesinado. Meses después, el 15 de octubre, la violencia alcanzó al edil de Candelaria Loxicha, Román Ruiz Bohórquez, ejecutado en su propio municipio.
En 2025, los ataques continuaron. El 15 de mayo fue ultimado el presidente municipal de Santiago Amoltepec, Mario Hernández García. Un mes después, el 15 de junio, la presidenta municipal de San Mateo Piñas, Lilia Gema García Soto, corrió la misma suerte.
No se trata de hechos aislados.
Oaxaca encabeza la lista nacional, seguida por Michoacán (20 casos), Veracruz (13), Guerrero (12), Puebla (8), Durango (6), Jalisco (5), además de Chihuahua y Estado de México, que registran 4 asesinatos cada uno.
La violencia contra autoridades municipales en Oaxaca tampoco es reciente. Durante el gobierno de Gabino Cué Monteagudo (2010-2016), la Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC) contabilizó 87 asesinatos relacionados con autoridades municipales: 37 exalcaldes, 7 alcaldes electos y 43 en funciones.
Ese periodo fue considerado uno de los más sangrientos en la historia política contemporánea del estado.
El sexenio de Alejandro Murat Hinojosa (2016-2022) tampoco detuvo la tendencia: fueron asesinados los presidentes municipales de Ocotlán de Morelos, Tlaxiaco —junto con su síndico—, Jalapa de Díaz y Santa María Chahuites, entre otros.
IMPUNIDAD COMO NORMA
Pese al largo historial, no existe una política estatal ni federal de protección efectiva para autoridades municipales. La mayoría de los casos no cuenta con sentencias, y en varios ni siquiera se han identificado públicamente a los responsables.
Los asesinatos están vinculados a conflictos internos comunitarios, disputas políticas, intereses económicos locales, control territorial y crimen organizado. Sin embargo, el Estado mexicano no ha logrado garantizar el ejercicio seguro del gobierno municipal, nivel donde se concentra la atención directa a la ciudadanía.
En Oaxaca, ser presidente municipal sigue siendo una tarea de riesgo extremo.
Por Luis Ignacio Velásquez
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