24/06/2020
El ozono administrado vía intravenosa ayuda a estimular el sistema inmunológico, provocando un estrés oxidativo transitorio controlado a través de la producción de: Especies Reactivas de Oxígeno (EROs), de esta manera promueve la producción de enzimas antioxidantes endógenas más potentes que generamos: Catalasa, Superóxido Dismutasa, Glutatión Peroxidasa y Reductasa. Estas enzimas antioxidantes protegen a las células de agentes invasoras que las puedan dañar.
El ozono promueve una adecuada circulación sanguínea, oxigenación a nivel celular, y desinflamación, por lo que se previene el daño pulmonar y cardiovascular que puede causar el COVID-19, evitando así que pueda diseminarse a pulmones y provocar que la enfermedad se agrave.