13/02/2025
Del amor
Frases como "sin ti me muero", "no sé qué haría sin ti" o "tú eres muy importante para mí" suenan muy bien, pero ese amor idílico, anquilosado, intenso y aparentemente desbordado no me es suficiente. Quiero un poco más, un poco más que la muerte misma. Morir por otro no me enamora en absoluto, porque morir no es, en su mayoría, un acto que nos corresponda decidir a nosotros. Morir, en todo caso, es algo inherente a los humanos, por lo que carece de sentido morir por otro; no tiene veracidad práctica.
A mí me interesa el amor que se pierde en la desesperanza, ese amor que la realidad derrota diciéndole al otro: "es otro, no es tuyo, nada sirve para hacerlo tuyo". Debes estar dispuesto a dejarlo libre, sin ataduras, promiscuo ante la existencia, disfrutar de todo y tal vez, solo tal vez, disfrutar también de ti. Pero no te pertenece, nunca te ha pertenecido.
Esos amores que se quedan ahí, que contemplan sus miserias y, a pesar de todo, no se asustan. Las observan, las indagan, intentan comprenderlas, pero no buscan cambiarlas. Son esos amores clandestinos que no tienen origen ni destino, que no siguen un plan, porque la existencia los inocula y los separa de toda posibilidad de predicción.
Sí, me gusta el amor que comprende la inconcebibilidad de un "nosotros" como propaganda de dominación política de un territorio que no te pertenece.