11/11/2025
Cuando somos niños, vemos el mundo desde la vulnerabilidad.
Los adultos tienen el poder: deciden, corrigen, ordenan.
Y nosotros aprendemos a obedecer.
Por eso, cuando ocurre abuso sexual infantil,
no siempre hay dolor físico, y eso lo vuelve aún más confuso.
A veces hay atención, cercanía o algo que parece afecto…
y desde esa confusión, el niño no se aleja.
A veces incluso busca al abusador.
Pero eso no es consentimiento.
Eso es miedo, dependencia y necesidad de protección.
Si estás empezando a mirar tu historia desde otro lugar,
recuerda: no fue tu culpa.
Tu cuerpo y tu mente hicieron lo que pudieron para sobrevivir.
👉🏽 Guarda este reel si estás aprendiendo a mirar tu historia con menos culpa y más comprensión.