25/10/2024
En la profundidad del Valle sagrado de los incas, al abrigo de los árboles ancestrales y el murmullo de la naturaleza, comienza un viaje sagrado. Aquí, bajo la guía de los chamanes y el espíritu de la madre Ayahuasca, nos aventuramos hacia lo desconocido, hacia el corazón de nuestra propia existencia.
La ceremonia de Ayahuasca no es solo una experiencia; es un renacer. Es una oportunidad para confrontar nuestros miedos, para liberar el peso de nuestras heridas, y para encontrar claridad en medio de la confusión. Con cada sorbo de esta medicina ancestral, comenzamos un viaje profundo hacia nuestro interior, abriendo puertas a dimensiones que, hasta ahora, nos eran invisibles.
Es un camino que nos recuerda la conexión con la tierra, con los ancestros, y con todo aquello que nos rodea. Aquí, descubrimos que somos parte de algo mucho más grande, algo sagrado e infinito. La Ayahuasca nos muestra verdades que a menudo evitamos, pero que necesitamos para sanar, para transformar nuestra vida desde adentro.
La medicina nos invita a ver nuestras sombras, no con juicio, sino con compasión. Nos recuerda que en nuestra vulnerabilidad reside nuestra verdadera fuerza. Con el acompañamiento de los cantos sagrados y la presencia de los guardianes de esta tradición, cada visión, cada revelación, es una enseñanza que nos ayuda a recordar quiénes somos realmente.
Este viaje es desafiante y, al mismo tiempo, es un regalo. Es un paso hacia la sanación, una conexión con el universo, y un despertar de la conciencia. Al final de la ceremonia, renacemos; somos renovados, más livianos, y más en paz con el mundo y con nosotros mismos. Este es el llamado de la madre Ayahuasca, una invitación a vivir en armonía con nuestro ser y con la tierra.
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Intercultural Center Pacha Illa
