11/04/2024
Lo ví en la web y me pareció tan real, perfecto para compartirlo.
Dios nos bendiga a todos los que atravesamos el bendito cáncer, no es fácil, pero siempre de la manos de Dios, podremos seguir avanzando hasta cuándo él lo permita.
Dios nos guarde en todo momento y nos ayude a seguir avanzando de a poquitos.
Nadie te vio a las 3 de la mañana, cuando sentias que ya no podias más por las nauseas, el vomito, y el dolor de huesos, cuando sentias que la vida se te iba y te dolia el alma.
Nadie vio los moretones en tu piel, las manchas en tus uñas, nadie supo del dolor de tus dientes, por la fragilidad capilar provocada por los medicamentos de la quimio, ni tampoco supieron del agudo y quemante ardor insoportable por la quemadura de segundo grado ocasionada por las radiaciones.
Nadie te vio llorar de miedo cuando te dijeron que ya no habia nada que hacer por ti, o cuando te dio el shock anáfilactico en la quimio, y debiste contenerte para esconder tu miedo de saber que tu corazón paro y que pudiste ya no haber regresado.
Nadie vio tu rostro desencajado al intentar respirar el aire repleto de olores que te provocaban nauseas hasta el vomito.
Ni tampoco notaron cuando bajaste la mirada para poder soportar la punzada de dolor al incorporarte de la cama despues de una cirúgía mayor, ni cuando te sostenias el abdomen con las manos para poder dar pasos lentos para poder llegar al baño, o cuando ladeaste la cabeza para poder cepillarte los dientes o para colocarte el pañuelo en la cabeza por que dolor intenso de la mastectomía no te permitia levantar los brazos.
Nadie vio tu mirada ida en la incertidumbre al ver tu reflejo en el espejo y no reconocer tu imagen, ahora flaca, calva, ojerosa, demacrada y tu piel marchita, ni cuando en silencio lloraste sobre tu almohada antes de dormir.
Nadíe vio tu angustía y tus ansiedad cada vez que sabias que debias ir al hospital, ya fuera para tratamientos o para citas de resultados, ambos momentos fueron devastadores y solo tu supiate como hacer para poder plantarte de pie en cada momento.
Nadie te vio a ti, nadie vio a la persona, todos vieron a la paciente oncológica, la "valiente guerrera" la que es fuerte, la que no se dobla, la que no se queja, la que aguanta todos los embates del cáncer y los tratamientos para combarirlo. Nadie te vio cuando no podías mas, solo tu te viste, solo tu supiste, solo tu sabias.
Diste mucho, hiciste mucho, aprendiste mucho, te viste a ti misma y supiste que la fortaleza que hay en ti, te sacaría a flote y que muy a pesar de todo pudiste y siempre podrás.
Cuando eres paciente encologica con frecuencia nadie te mira, nadie mira a la persona, a la mujer, miran a la paciente oncológica con todos sus calificativos bélicos para enfrentarse al diagnostico y los tratamientos, te miran como "la guerrera, la valiente, la resilente, la agradecida, la fotalecida, la sonriente, etc", y si lo eres, sientete orgullosa de ser una peleadora por tu vida, no tuviste otra opsión, pero pocos miran al ser humano que sufre, que llora, que tiene miedo, angustias, incetidumbres, desesperanza, por saber su vida amenazada y en riezgo.
En tu caminar por la senda del cáncer, has construido algo que nunca será destruido.
Un amor que nunca será eliminado.
El amor propio.
El amor a ti misma.
Nunca lo olvides.
Yo te miro.