28/08/2025
De las Palabras que Fracturan la Armonía: Advertencias para la Ética Relacional en la Danza.
(Una exhortación al respeto, la ética artística y la excelencia comunicativa en la praxis escénica)
Jorge Elías Cabello Gómez
“No existe nada bueno ni malo en sí mismo;
es el pensamiento el que lo transforma” –
"Hamlet" , Shakespeare
En el noble arte de la danza —y muy especialmente en aquellas manifestaciones donde la conjunción de dos intérpretes constituye la unidad expresiva fundamental— la palabra, aunque silente en escena, es omnipresente en el proceso: en el ensayo, la preparación, la reflexión conjunta, la crítica constructiva, el abrazo y las palabras de aliento antes de salir al escenario.
Por ello, el lenguaje empleado entre compañeros(as) de danza no puede ser liviano, irreflexivo o impetuoso. La palabra —al igual que el movimiento— posee el poder de construir o demoler, de inspirar o de herir. Así, es imprescindible señalar aquellas expresiones que, por su naturaleza peyorativa, despectiva o desalentadora, deben ser erradicadas de toda relación artística que aspire a la excelencia, la salud emocional y la integridad ética.
1.- Sobre las expresiones que atentan contra la dignidad del vínculo danzario
A continuación, se enumeran —a título ejemplar y no exhaustivo— diversas locuciones que han sido tristemente proferidas en el contexto del quehacer dancístico en pareja, y cuya reiteración ha demostrado no solo su carácter nocivo, sino también su absoluta incompatibilidad con los principios de respeto, equidad, colaboración y arte verdadero.
Cada una de ellas es una grieta en la estructura de la confianza mutua, un retroceso en el camino hacia la expresión sublime que persigue la danza. No se trata meramente de modales; se trata de la ética del escenario, del compromiso con lo humano detrás del arte.
2.- De las expresiones denigrantes respecto a la capacidad técnica o estética
• “Eres rígido(a), tieso(a), acartonado(a).”
• “No bailas, simplemente caminas a mi lado.”
• “Eres principiante, un(a) mero(a) novato(a).”
• “No transmites nada, eres inexpresivo(a).”
• “No has vencido jamás a un contrincante de valía.”
• “Desmereces el nivel de mi ejecución.”
• “Todos me recomiendan buscar una mejor pareja.”
• “Tu danza es inexistente.”
• “Eres un(a) teórico(a); te falta práctica escénica.”
• “Te limitas a contar pasos sin musicalidad.”
• “Memorizas coreografías sin interiorizarlas.”
• “Tus movimientos contradicen la esencia de la marinera.”
3.- De las frases que buscan humillar, restar valor o socavar la confianza
• “Tu rostro bonito no otorga puntos.”
• “No obtendrás jamás una victoria sobre campeones apadrinados.”
• “Eres un(a) bailarín(a) solitario(a), ajeno(a) a la pareja.”
• “Yo soy el centro; tú no me haces brillar.”
• “Gracias a mí tenemos puntos; tú solo restas.”
• “Te adelantas; no tienes oído ni tempo.”
• “No comprendes la letra, ni su mensaje.”
• “Tu cuerpo no interpreta ni la música ni la palabra.”
• “Tus gestos son vacíos, distantes, fríos.”
• “No me sigues: deberías perseguirme en escena.”
• “Bailas con tosquedad, sin lirismo.”
• “Tu movimiento carece de propósito escénico.”
• “Eres monótono(a); no generas emoción.”
• “Nadie te observa, ni siquiera cuando cometes errores.”
4.- De los juicios arrogantes o comparaciones destructivas
• “Pretendes corregirme cuando soy campeón(a); mírate primero.”
• “No eres profesional.”
• “Tu danza roza lo ridículo.”
• “Solo bailas con quien se te insinúa.”
• “Me haces perder tiempo valioso.”
• “Tu nombre no tiene peso en el medio.”
• “No posees gracia alguna.”
• “¿Quién fue tu maestro(a)? Te ha malformado.”
• “Este concurso está arreglado; no valía la pena presentarse.”
• “Ya hemos perdido antes de comenzar.”
5.- De las frases que expresan indiferencia, desdén o instrumentalización
• “Hagamos lo que todos hacen.”
• “A mí me dijeron que no debía bailar contigo.”
• “No hay química entre nosotros.”
• “Yo elevo tu danza, tú la opacas.”
• “El podio lo conquisté por mi arte, no por el tuyo.”
• “No me hiciste caso y por eso fracasamos.”
• “Mi pareja anterior era perfecta.”
• “Gracias a mí eres conocido(a).”
• “No entiendo cómo aún no comprendes este mundo.”
• “Yo bailo por la música; tú solo me sigues.”
• “Puedo encontrar otra pareja con facilidad.”
• “Esto es solo una prueba, no lo tomes en serio.”
• “Quiero ganar, no compartir.”
6.- De los improperios, insinuaciones y ofensas personales
• “Nunca he conocido a alguien tan testarudo(a).”
• “Mi profesor(a) está mirando; no me avergüences.”
• “Si sigues así, no bailaré más contigo.”
• “Debes bailar como un(a) verdadero(a) criollo(a).”
• “¿Por qué bailaste con otro(a)? ¡Soy tu pareja!”
• “No has respetado nada de lo ensayado.”
• “No se te ocurra un gesto íntimo: esto es danza, no romance.”
• “Anda, baila con la vulgaridad de tu pareja sentimental.”
• “Tu sonrisa es grotesca.”
• “¡Mírame! ¡No dejes de mirarme!”
7.- De los actos éticamente inadmisibles en el ámbito artístico
• Difamar a una ex pareja por despecho o frustración.
• Levantar falsos testimonios para afectar la reputación ajena.
• Emitir juicios proyectivos con la intención de herir o desacreditar.
• Confundir el vínculo de pareja de baile con un apego afectivo desordenado o dependiente.
8.- Por una danza fundada en el respeto y la grandeza interior
La excelencia escénica no nace únicamente del virtuosismo técnico, ni de la gracia natural, ni siquiera de la pasión. Nace del respeto profundo hacia el otro, de la humildad que permite aprender juntos, del compromiso con la armonía emocional.
Que toda palabra dicha entre compañeros(as) de danza sea digna de la belleza que pretenden construir con sus cuerpos. Que el verbo no destruya lo que el movimiento intenta elevar.