07/05/2021
Hola amigos:
Este pequeñín se llama Jesús. Vino a visitarme con sus papás para su control de niño sano. Les pedí permiso para tomarle esta foto así como lo ven, con su venda para fajarle el ombligo. Ellos generosamente accedieron.
Les expliqué que esto de fajar el ombligo con una venda, como a Jesús, o con una faja de esas que venden en tiendas de bebés, es un error y es peligroso. La costumbre viene de tiempo atrás y es con el propósito de que al niño no se le salte el ombligo.
Pero el ombligo no se salta ni se bota. Lo que ocurre es que muchos niños nacen con una hernia umbilical, que en la mayoría de los casos se resolverá sola antes de los cuatro años de edad. La hernia está por debajo de la piel y de los músculos de la pared abdominal y por lo tanto, fajar al bebé de este modo no ayuda en nada.
La venda o faja aprieta el abdomen del bebé, y así, cuando el niño come la pancita no puede distenderse normalmente y el reflujo de la leche aumenta de manera importante. Vienen cólicos, dolor e incomodidad, pero lo peor es el riesgo de ahogo. Es peligroso.
Agradezco al pequeño Jesús y a sus amorosos padres que me permitieron publicar la imagen para conocimiento de todos mis queridos lectores.
Desde luego que le retiramos la venda al bebito y ya no la volverá a usar.
Comparte esta información con quién tenga bebés recién nacidos. Puede ser muy útil.
Mis datos de localización están en esta página de Facebook, Dr. Alberto Estrada Retes.
¡Saludos!