Tears of the soul

11/17/2025

“Querido/a "Amigo/a"

De verdad, discúlpame si mi confusión es tan evidente al no entender el motivo de tu desdicha.

¿Cómo es posible que tu felicidad haya mu**to en un mundo donde la vida se nos presenta tan bella?

Has cavado un hoyo en tu propia tierra y has sepultado, deliberadamente, la risa de tu corazón.

Lo más doloroso no es que sufras, sino que elijas sofocar la luz en medio de un universo que te la ofrece sin costo.

Al igual que yo, posees un cuerpo que se complementa con alma y espíritu. Tienes piernas, brazos, ojos, cerebro... todo el andamiaje de la vida.

Entonces, ¿por qué sentirte tan inferior a mí?

Ambos somos esencialmente iguales: tú no eres menos, ni yo soy más. Pero mientras yo decido mirar el sol, tú insistes en la sombra. El problema, la raíz de tu dolor, reside en la guerra que libras contigo mismo/a.

Tu valor no depende de mi reconocimiento, sino de tu propia voluntad de existir.

Yo no puedo encender tu linterna si tú te niegas a buscar el interruptor.

Yo seguiré siendo yo, avanzando en mi camino. Y tú seguirás siendo tú.

La decisión de liberarte de ese agujero, de desenterrar tu propia risa, es solo tuya y de nadie más.

Autor y escritor: Joel Colobon
Dirigido por: Joel Colobon

Emelecolo05@gmail.com

11/17/2025

“Querido/a amigo/a”

De verdad, discúlpame si mi confusión es tan evidente al no entender el motivo de tu desdicha. ¿Cómo es posible que tu felicidad haya mu**to en un mundo donde la vida se nos presenta tan bella?

Has cavado un hoyo en tu propia tierra y has sepultado, deliberadamente, la risa de tu corazón.

Lo más doloroso no es que sufras, sino que elijas sofocar la luz en medio de un universo que te la ofrece sin costo.

Al igual que yo, posees un cuerpo que se complementa con alma y espíritu.

Tienes piernas, brazos, ojos, cerebro... todo el andamiaje de la vida. Entonces, ¿por qué sentirte tan inferior a mí?

Ambos somos esencialmente iguales: tú no eres menos, ni yo soy más. Pero mientras yo decido mirar el sol, tú insistes en la sombra. El problema, la raíz de tu dolor, reside en la guerra que libras contigo mismo/a.

Tu valor no depende de mi reconocimiento, sino de tu propia voluntad de existir.

Yo no puedo encender tu linterna si tú te niegas a buscar el interruptor.

Yo seguiré siendo yo, avanzando en mi camino. Y tú seguirás siendo tú. La decisión de liberarte de ese agujero, de desenterrar tu propia risa, es solo tuya y de nadie más.

Autor y escritor: Joel Colobon
Dirigido por: Joel Colobon

Colrothiago@gmail.com

11/15/2025

“Pensamientos nocturnos”

Háblale si quieres al oído y cuéntale todo de ti. Él está más cerca de lo que imaginas.

Dios está tan próximo que ni siquiera lo notas.
Busca un momento de silencio a solas.

Quédate allí, y cuando el ruido del mundo se vuelve un zumbido agudo, sentirás el susurrar apacible del viento. Déjate llevar por la magnificencia de Su presencia. Y entonces, escucharás Su voz.

Somos tan ciegos que no vemos a Dios cuando, en realidad, Él está presente hasta en lo que miramos a diario.

Abre tu corazón y habla con Dios. No es tiempo de orar o de rezar, o como quieras llamarle.

Es tiempo de que te sientes a hablar con Él, con toda franqueza, como lo harías con la persona más cercana de tu vida.

Autor y escritor: Joel Colobon
Dirigido por: Joel Colobon

Colrothiago@gmail.com

11/14/2025

“Oracion dentro de mi”

Querido Dios,

No debería presentarme ante Ti después de todas mis faltas.

¿Con qué rostro comparecería después de que me has hablado en reiteradas ocasiones? No merezco nada de Ti, pero aun así, heme aquí nuevamente, con mis rodillas inclinadas ante Ti.

No tengo siquiera las palabras adecuadas para expresar cuán arrepentido soy, y aunque lo repitiera una y muchas veces, yo mismo tengo conocimiento de que mi arrepentimiento es una hipocresía.

Pues ahora mismo me arrepiento y mañana reincido, demostrando ser más traicionero que el mismo Judas cuando vendió a Jesús por treinta monedas de plata.

Me pregunto si estás cansado de escucharme o si, simplemente, con amor me sigues perdonando.

Sin embargo, a pesar de mi traición diaria, sé que Tu paciencia no se mide con el reloj humano. Sé que cada vez que Tú me hablas, no es un reproche, sino un nuevo mapa hacia la orilla.

Mi corazón es un campo de batalla. Hoy, la victoria es Tuya, porque sigo aquí. No por mérito, sino porque el eco de Tu amor es la única razón por la que mis rodillas pueden doblarse una vez más.

Por eso me atrevo a creer, en medio de este fango de hipocresía, que la fe no es la ausencia de la caída, sino la terca costumbre de levantarse sabiendo que Tu mano ya está ahí.

No te pido justicia, Dios. Te pido, humildemente, Tu Gracia.

Y te pido que conviertas este corazón, que hoy es un traidor, en una roca firme; no para no volver a caer, sino para que la caída, la próxima vez, me lleve más rápido de vuelta a Ti.

Amén.

Autor y escritor: Joel Colobon
Dirigido por: Joel Colobon

Colrothiago@gmail.com

11/13/2025

“Pensamientos nocturnos”

El Salmo 126:5 nos deja una promesa inquebrantable que es la ley de la vida misma: "Los que siembran con lágrimas, cosecharán con gritos de alegría."

La vida, a menudo, nos exige un esfuerzo doloroso. Pero entendamos esto:
cada lágrima que derramamos hoy no es un signo de derrota, sino una semilla sembrada para la alegría de mañana. Es el sudor silencioso que riega el campo de nuestras ambiciones.

Aquellos que luchan con el corazón lleno de amor y persistencia, cosecharán frutos inesperados y abundantes. No estamos hablando solo de recompensas materiales, sino de una paz profunda, de una resiliencia inquebrantable y de la satisfacción de haber superado la prueba.

Nuestra dedicación y cada sacrificio que hacemos se acumulan. Tengamos fe en la espera. La alegría, manifestada en esos gritos de gozo y triunfo, no solo llegará, sino que será infinitamente más dulce porque conocemos el valor exacto de lo que costó.

El gozo de la cosecha es directamente proporcional a la amargura de la siembra. El Salmo 126:5 nos deja una promesa inquebrantable que es la ley de la vida misma: "Los que siembran con lágrimas, cosecharán con gritos de alegría."

La vida, a menudo, nos exige un esfuerzo doloroso. Pero entendamos esto: cada lágrima que derramamos hoy no es un signo de derrota, sino una semilla sembrada para la alegría de mañana. Es el sudor silencioso que riega el campo de nuestras ambiciones.

Aquellos que luchan con el corazón lleno de amor y persistencia, cosecharán frutos inesperados y abundantes. No estamos hablando solo de recompensas materiales, sino de una paz profunda, de una resiliencia inquebrantable y de la satisfacción de haber superado la prueba.

Nuestra dedicación y cada sacrificio que hacemos se acumulan. Tengamos fe en la espera. La alegría, manifestada en esos gritos de gozo y triunfo, no solo llegará, sino que será infinitamente más dulce porque conocemos el valor exacto de lo que costó.

El gozo de la cosecha es directamente proporcional a la amargura de la siembra.

Autor y escritor Joel Colobon
Dirigido por: Joel Colobon

Colrothiago@gmail.com

11/12/2025

“El Perdon, liberación y límites”

Queridos lectores: Hay un tema profundo que debemos abordar, un mandato que solemos malinterpretar.

Si nos remitimos a las Escrituras, a las propias palabras de Jesús, encontramos la instrucción: "Perdona setenta veces siete."

¿Qué quiso decir realmente?

No estaba estableciendo un límite absurdo. Nos estaba enseñando que el perdón debe ser un acto constante, indefinido, una fuente inagotable de misericordia.

Pero debemos ser honestos: perdonar no es sinónimo de rebajarse. Perdonar es un acto sublime, un cumplimiento del mandato divino para liberar nuestra alma del rencor y el resentimiento.

Es mirar la ofensa y decir: "Te libero de mi deuda emocional."
Aquí es donde muchos confunden la fe con la imprudencia:
Señores, el perdón es una acción del corazón. Poner límites es una acción de la sabiduría.

Si usted perdona a alguien y, por no poner un límite, vuelve a caer en la misma dinámica de abuso o traición, déjeme ser claro: usted no está honrando el perdón; está invitando al daño.

Lo que la sabiduría nos exige es perdonar la falta y, con la misma convicción, establecer una barrera infranqueable para no volver a exponernos al mismo error.

El perdón cristiano nos llama a liberar al ofensor. Pero la madurez emocional nos llama a protegernos a nosotros mismos.

La conclusión es sencilla y poderosa para todos los aquí presentes: Perdona, por mandato divino, pero por amor propio y por sabiduría, pon tu límite. Perdona, y hasta allí con esa persona.

Autor y escritor Joel Colobon
Dirigido por: Joel Colobon

Colrothiago@gmail.com

11/10/2025

“Palabras de johanna”

"Joel, ojalá valoren todo lo que haces." Las palabras de Johanna resuenan una y otra vez en mi cabeza.
Me pregunto si mis hijos, o por quienes lo hago, me lo agradecerán algún día.

No, la verdad, no espero nada de nadie. La verdadera espera de mi ardua labor no es el agradecimiento, sino que ellos lo aprovechen; que no derrochen el esfuerzo y el sacrificio de su padre.

Estas palabras no son solo para mis hijos, sino también para todos aquellos que se sienten respaldados por lo que soy y lo que doy.

No derrochen las oportunidades. El derroche no es solo malgastar dinero; es desperdiciar la educación por la que sacrifiqué mis horas de sueño, la red de contactos que construí con años de disciplina, y el tiempo de familia que perdí para asegurarles un futuro estable.

Recuerdo aún los días en que tengo que tomar tres trabajos a la vez, durmiendo ap***s cuatro horas, solo para garantizar su matrícula; ese es el capital que pido que honren, no que malgasten en el primer capricho efímero.

Johanna es una persona cuyas palabras hay que tomar en serio. Habla con una franqueza que penetra el alma y martillea el corazón.

Es por eso que he tomado su frase como un espejo: como una reflexión sobre mí mismo, o quizás, como un alto en el camino para hacerles saber a los míos que si mis esfuerzos no van a ser valorados o sostenidos en el futuro, es mejor que los aprovechen y honren ahora.

Autor y escritor: Joel Colobon
Dirigido por: Joel Colobon

Colrothiago@gmail.com

11/09/2025

“El pie de de la oración”

"¡Estoy harto de la vida, ya no quiero vivir, yo lo que quiero es morirme!" gritaba el borracho, mientras daba sorbos apresurados a su licor.

Sus lágrimas, silenciosas y lentas, reflejaban un dolor inmenso, un origen que nadie conocía, y que él se negaba a nombrar.

Unos jóvenes que pasaban por allí, indiferentes o crueles, le gritaban a lo lejos: "¡Muérete, estúpido borracho!" Pero él ya estaba más allá del insulto; los gritos de la calle eran ap***s un eco sordo del vacío que le devoraba el pecho. Solo quería que el frío del asfalto se tragara su existencia.

Sin embargo, a unas cuadras de distancia, en la puerta de una casa humilde, una anciana madre lo esperaba.

No dormía. Con el corazón roto y los ojos cerrados, elevaba sus oraciones en el silencio de la noche, clamando a Dios que le diera una oportunidad más a su único hijo.

Ella no necesitaba verlo para sentir su agonía; un hilo invisible, tejido de amor y fe, la conectaba a él.

En aquel instante, justo cuando el hombre se inclinaba sobre sí mismo, listo para dejarse ir, sintió una punzada, no de dolor, sino de calidez helada en el centro de su pecho. No era el licor. Era una certeza extraña, la sensación de ser sostenido.

Él no lo sabía, pero esa punzada era la fuerza de su madre, suplicando. Mientras ella gritaba a Dios por una "oportunidad más," su voz, en forma de energía pura, cruzaba las calles oscuras.

Él se enderezó. Miró el cielo y luego el licor. Por primera vez en meses, su grito dejó de ser una súplica de muerte y se convirtió en una pregunta sin voz: "¿Y si ella tiene razón?"

La madre, en su umbral, abrió los ojos, sintiendo un leve alivio que no podía explicar. El hilo invisible no se había roto.

Su hijo no se había movido, pero al menos, por esa noche, la vida había ganado una pequeña batalla contra el vacío. Ella lo esperaba con un amor que era la única luz en la oscuridad del hombre.

Autor y escritor:Joel Colobon
Dirigido por: joel colobon

Colrothiago@gmail.com

11/08/2025

¡Si Dios lo permite, pronto sentado g***re!

Soy hijo de líderes. A ellos los vi luchar incansablemente por todo. No había descanso; solo querían lo mejor para sus pequeños.

Hoy soy un adulto y aprendí esa lección de ellos.

Justo hoy en la tarde alguien me preguntó: "¿Por qué trabajas tanto ahora?"

Si tan solo supieran que la clave para vivir una vida plena sin tener que trabajar toda la vida es esforzarse y darle duro ahora.

Primero hay que trabajar para que luego, bajo un árbol de naranjas o acostado bajo una palmera de coco, pueda g***r de mis esfuerzos, mientras otros seguirán trabajando hasta su vejez.

Y es que mi "tanto trabajar" tiene un precio que ellos no están dispuestos a pagar. Es la renuncia a la comodidad inmediata: es levantarme antes del amanecer, decir "no" a las salidas frívolas y a las compras impulsivas.

Es la diferencia entre invertir en mi futuro y gastar en el placer pasajero. Ellos ven el sacrificio; yo veo la siembra.

Hoy trabajo duro, incansablemente, pero mañana, no me señales y digas que ascendí tan rápido haciendo cosas malas.

Sabes bien que hoy me esfuerzo y ahorro, mientras tú malgastas en lo que no es esencial.

Autor y escritor: Joel Colobon
Dirigido por: Joel Colobon

Colrothiago@gmail.com

11/07/2025

“Cuando mi corazón habla”

Hay días en que la lengua me traiciona y las palabras se acortan, mas fluyen con la plenitud de mi alma.
Sé que jamás alcanzarán a nombrar todo cuanto de ti habita en mí.

Por ti, desnudaré mi alma y pondré mi espíritu a prueba, para que mi cuerpo refleje con claridad el amor que te profeso.

Permite que mi esencia se anude a la tuya, que ambas queden desveladas, desnudas al mundo, para que ninguna fuerza sea capaz de separarnos jamás.

Déjame amarte con la misma fuerza con que me aferro a la vida, aunque el amor por mi propia existencia palidece ante el que siento por ti.

La verdad es que la eternidad entera no me bastaría para saciar la sed de tu cuerpo y tu presencia.

Autor y escritor:Joel Colobon
Dirigido por: Joel Colobon

Colrothiago@gmail.com

11/06/2025

“La chica del tren J “

Se sentó a mi lado. El vagón era una estufa a pesar del gélido paisaje exterior. Esa mezcla aberrante de vaho y frío era una sensación escalofriante, imposible de describir, como un aliento viciado.

Frente a mí, un niño chillaba a pleno pulmón. A mi otro costado, un hombre decepcionado, un loco quizás, lloraba y maldecía al aire libre.

A duras p***s distinguí un insulto ahogado: "¡Eat s**t you fu***ng pigs!" Quedé absorto en la idea de cómo un humano podía maldecir sin sentido alguno.

Mis pensamientos fueron violentamente interrumpidos. No fue el ruido. Fue la respiración, fuerte, rápida, húmeda, de la chica a mi lado. Su cabeza se desplomó sobre mi hombro.

Quedé pasmado, la reacción tardía: "¡Pero qué diablos le ocurre a esta tipa!" La chica, sin conocerme, me abrazó fuerte y jadeó: "¡Me falta el aire, ayúdame!"

Quise socorrerla, pero alguien gritó: "¡Está muriendo!" Sus ojos se reviraron, se mordió la lengua, y en un minuto se había despedido de este mundo.

Ella exhaló su último aliento en mis brazos, una completa desconocida. Sentí el peso de su vida vaciarse.

Traté de no tocarla, de liberarme de su contacto. Me levanté. En un segundo, el caos se transformó en un silencio horrible y había una multitud ya formada, observando su cadáver con la morbosa indiferencia de los extraños.

Autor y escritor: Joel Colobon
Dirigido por: joel colobon

Colrothiago@gmail.com

11/05/2025

Tears of the soul

“Todo en su lugar”

La felicidad es inherente a cada época y circunstancia. En retrospectiva, las generaciones pasadas encontraron su felicidad en la simplicidad y la autenticidad de su tiempo.

En la actualidad, la nueva generación encuentra su felicidad en la tecnología y la conectividad.

La clave para alcanzar la felicidad radica en adaptarse y aprovechar las oportunidades de cada momento.

Aunque es común experimentar desilusión y frustración, es fundamental mantener una perspectiva positiva y enfocada en el presente.

La sincronización divina es perfecta, y cada momento es una oportunidad para crecer y aprender.

La felicidad no depende de la época o el lugar, sino de la capacidad para apreciar y disfrutar del presente.

Autor y escritor: Joel Colobon
Dirigido por: Joel Colobon

Colrothiagp@gmail.com