09/18/2025
Hoy, en el Día Nacional de Concientización sobre el VIH y el Envejecimiento, reconocemos lo que antes era inimaginable: las personas que viven y envejecen con VIH. No hace mucho, el VIH significaba una muerte prematura. Ahora, todas las personas con VIH, ya sea diagnosticadas en la infancia, la adultez temprana o más tarde en la vida, tienen la oportunidad de vivir una vida más larga y plena. Eso es un verdadero milagro.
Pero la concientización también implica honestidad. Envejecer con VIH a menudo conlleva desafíos que debemos afrontar. La inflamación crónica puede provocar afecciones como enfermedades cardíacas, diabetes, cambios neurocognitivos y fragilidad antes de lo esperado, a veces de 10 a 15 años antes. Para quienes contrajimos el VIH en la juventud, o para nuestros queridos Dandelions, niños nacidos con VIH que crecieron en un contexto de tratamiento y desarrollo simultáneos, esto puede ser especialmente difícil.
Sin embargo, hoy no se trata solo de desafíos. Se trata de triunfos y resiliencia. La investigación me salvó la vida. He vivido más de 30 años con VIH gracias a los medicamentos antirretrovirales que estuvieron disponibles solo unos meses tarde para mi madre. Esos mismos avances científicos evitaron que nadie más en mi familia contrajera el VIH. Ese es un progreso que vale la pena celebrar y proteger.
Aun así, el progreso es frágil. En Houston, volvemos a ver bebés nacer con VIH, algo que no habíamos visto en años. Esto nos recuerda que sigue siendo urgente seguir invirtiendo en la investigación sobre prevención, tratamiento y cura. No podemos permitirnos perder el terreno ganado.
Cuando perdí a mi madre, a su esposo y a su hermano, asumí que yo era la siguiente. No estaba segura de si me quedaban cinco años, ni siquiera uno. Pero sigo aquí, décadas después. Estoy aquí gracias a la ciencia, la defensa de los derechos y una comunidad resiliente hasta la médula.
El VIH puede influir en cómo envejecemos, pero no define la plenitud de nuestras vidas. En este día, honramos nuestra supervivencia, reconocemos el trabajo que nos queda por delante y nos comprometemos a construir un futuro donde las personas que viven con el VIH puedan superar la supervivencia y alcanzar vidas más largas, saludables y dignas.