10/12/2025
"Cuanto más te resistas, más te va a doler"
"Solo estamos jugando, lavate la cara y baja a cenar y nada de poner caras"
"Estás más linda, no te lo digo como padre, te lo digo como hombre"
"Por fin estás dejando de ser puro hueso, ahora tengo dónde agarrar"
"A vos también te gusta, si le decís a tu mamá se va a enojar"
Da bronca, repulsión leerlo pero peor es vivirlo.
Veían a una niña antipática, seria, sin amigos, siempre "con esa cara". La niña que se alejaba de todos en la escuela y era motivo de burla.
Recuerdo no solo los abusos sino todo el maltrato psicológico que hay detrás, la manipulación. El dejarme esperando en la puerta hasta que fuera la hora exacta para volver a mi casa a modo de "castigo" por apurarme. 10 minutos solos. En la puerta y esperando. "9 en punto, podés ir a tu casa".
Recuerdo que solía hacer videollamadas con mis amigas y él se quedaba ahí escuchando, estaba prohibido usar auriculares. Tenía que saber de qué estábamos hablando. Recuerdo cuando me senté a escribir y puse "horas... solo faltan horas" (refiriéndome a volver a mi casa) y se burló diciendo: "tan mal no la pasaste".
Recuerdo cuando se fue de la casa y me regaló un cuadro con una foto nuestra obligándome a tenerla en mi habitación. Se armó un escándalo cuando fue a ver si seguía ahí y yo la había sacado. Después de eso entraba todas las semanas (aunque no viviera ahí) a ver si seguía el cuadro.
Recuerdo perfectamente el:
-Me duele
-Es la idea
Recuerdo estar llorando en el aula porque ese día él iría a buscarme y que la preceptora me llamara y al contarle "no quiero ir a la casa de mi papá" solo me dijo "está bien" y que podía ir al baño antes de volver a clases.
Y también recuerdo cuando mi caso salió en los medios e hice público toda esta pesadilla y mis compañeras de escuela me pedían perdón.
Recuerdo decirle a mi mamá "no quiero ir más" y cuando hablaba con la psicóloga para ver qué se podía hacer ella respondía: "es el padre, tiene derecho, él le pone límites que vos como madre no le ponés".
Recuerdo cuando me intenté quitar la vida y escuchaba un "qué desagradecida, tiene todo, tantas personas queriendo vivir..."
Recuerdo la respuesta de mi tía paterna: "es mi hermano, crecimos juntos, no sé qué decirte" y luego me bloqueó.
Recuerdo el día de la denuncia que cayó con mi cumpleaños número 17, había arreglado una salida con mi abuela paterna. Me mandó un mensaje: "hola, no puedo ir, besos". Nunca más escuché su voz.
Hoy vivo lejos de él y aunque todavía me cueste amar mi cuerpo, me duelan mis cumpleaños, me sea difícil tener amigos, relacionarme, aunque a veces siga con pesadillas y sus palabras en bucle en mi mente estoy a salvo.
Pero muchos niños no. Y solo vemos rostros tristes, enojados, rabietas, que "llaman la atención", que "pelean por todo", sin saber qué hay detrás. Vemos niños que no tienen amigos, adolescentes que se escapan de la casa: "se fue con el novio".
Veamos más allá de un rostro triste, de un comportamiento que parezca distinto, porque detrás puede estar la historia más triste, la que nadie se imagina. 📣 Compartí y habla de esto ahora, antes de que sea demasiado tarde y terminen por quitarse la vida o aparezcan en las noticias. Esto existe y más de lo que pensamos, prevenir el abuso no les roba la inocencia, los protege, les da herramientas. Díganle siempre que su cuerpo es suyo, que nadie puede tocarlos, ni mamá ni papá. Que ningún adulto le pedirá que guarde un secreto. Que si algo pasa tienen que contarlo por más cosas que digan, que los van a proteger y sobretodo CREER. Los niños no pueden inventar algo que desconocen. Si hay sospechas, investiga. Podemos salvar a un niño de vivir un calvario.
- Mica Rodríguez