12/07/2025
Phil Collins y Lily Collins cancelaron silenciosamente más de 680 000 dólares en deudas de almuerzos escolares — dando a miles de niños un nuevo comienzo
Sin cámaras, sin comunicados oficiales y lejos de los reflectores, Phil Collins y su hija Lily ayudaron a eliminar más de 680 000 dólares en deudas de comidas escolares en 112 escuelas de Estados Unidos y el Reino Unido.
Gracias a su apoyo, miles de estudiantes pueden ahora entrar al comedor sin preocupación, sin vergüenza y sin sentirse señalados.
La iniciativa comenzó cuando Phil descubrió que en algunos distritos los niños recibían almuerzos fríos de sustitución —o incluso no se les servía el almuerzo completo— por pequeñas deudas, a veces de solo 15 dólares.
Durante la temporada navideña, Phil y Lily trabajaron directamente con los sistemas escolares, pagando discretamente los saldos para que ningún niño iniciara el nuevo trimestre con esa carga.
En una breve declaración conjunta, Phil comentó:
«He pasado mi vida cantando sobre el amor, la empatía y las personas que a veces pasan desapercibidas. Saber que un niño puede ponerse en la fila del almuerzo sin sentir vergüenza significa más que cualquier premio o reconocimiento.»
Lily añadió:
«Los niños no deberían sufrir por circunstancias que no pueden controlar. La dignidad es un derecho básico, incluso cuando se trata de algo tan simple como un almuerzo escolar.»
Phil recordó también una llamada especialmente emotiva de una administradora de una escuela en Mánchester que, entre lágrimas, le dijo que la deuda había quedado completamente pagada:
«Eso valió más que cualquier aplauso después de un concierto.»
Ambos subrayaron que los padres que acumulan estas deudas suelen ser personas trabajadoras —padres y madres que equilibran alquiler, comida, gasolina y varios empleos— a menudo obligados a decidir entre pagar una factura o asegurar que su hijo coma en la escuela.
«No son números», dijo Phil. «Son familias que hacen todo lo posible. Y ningún niño debería sentirse inferior por un saldo pendiente en su cuenta de almuerzos.»
Las donaciones se realizaron sin cámaras, sin fotos posadas, sin prensa: solo cuentas pagadas y comunidades agradecidas.
Con el tiempo, la historia empezó a circular entre maestros y padres, y la bondad se multiplicó: fans, comercios locales e incluso otros artistas comenzaron a realizar contribuciones similares.
Phil cerró con un mensaje inspirador:
«Si quienes tenemos recursos —una voz, una plataforma o un poco más para compartir— decidimos usarlo para apoyar a otros, el cambio llega rápido. Un niño, un almuerzo, una escuela a la vez… hasta que ningún niño vuelva a preguntarse si hoy podrá comer.»