10/31/2025
LOS PRIMEROS 7 AÑOS: EL CÓDIGO ENERGÉTICO DEL SER
En la visión de la Medicina Tradicional China, los primeros siete años son el período donde se “graban” los patrones fundamentales del Qi (energía vital).�El cuerpo energético, los órganos y los meridianos están formándose no solo a nivel físico, sino también emocional y espiritual.
Durante ese tiempo, el niño no tiene aún la madurez para procesar emociones intensas —no puede poner en palabras el dolor, la frustración, el miedo o la soledad—, por eso esas energías se alojan en los órganos como memorias vibratorias.
Estas memorias se vuelven “guiones inconscientes” que determinan cómo el adulto reacciona, siente, se relaciona y se enferma.
¿CÓMO SE GRABA EL TRAUMA EN LOS ÓRGANOS?
En MTC, cada órgano tiene una emoción, un sentido y una función energética.�Cuando una emoción se bloquea o se reprime en la infancia, el órgano asociado entra en desequilibrio.�Con el tiempo, este patrón se vuelve fisiológico (afecta tejidos, digestión, sueño, hormonas, inmunidad, etc.) y psicológico (creencias, carácter, vínculos). MEMORIA EMOCIONAL Y DESARROLLO ENERGÉTICO
En los primeros siete años, el sistema nervioso, endocrino y energético del niño depende completamente del entorno.�Si el entorno es amoroso, estable y predecible, el Qi fluye libremente; los órganos aprenden a regularse.�Si el entorno es caótico, frío o amenazante, el cuerpo aprende a contraerse para sobrevivir.
�Esa contracción energética se convierte en un patrón permanente:
* El miedo congela los riñones,
* La ira bloquea el hígado,
* La tristeza oprime los pulmones,
* La preocupación agota el bazo,
* Y el corazón se cierra al amor.
El adulto entonces vive desde la memoria corporal del niño que no fue visto ni contenido.
Marce Saldaña