11/16/2025
🧩 En el corazón de cada hijo hay una pregunta silenciosa: “¿Soy amado?”
Y aunque nosotros, como padres, lo sentimos profundamente, ellos necesitan escucharlo, sentirlo y vivirlo.
Decir “te amo” no es un detalle… es alimento emocional.
Un abrazo oportuno calma temores que nunca dijeron.
Un pequeño gesto hace que se sientan importantes.
Un tiempo de calidad les dice, sin palabras, “tú sí importas”.
Los hijos crecen fuertes cuando su hogar es un lugar donde el amor no se supone, sino que se expresa.
Porque cuando un niño sabe que es amado, se siente seguro; y cuando se siente seguro, florece.
El amor que les damos hoy es la voz interna con la que ellos se hablarán mañana.
Piensa en esto!