12/10/2025
La mayoría de las personas piensa que, para que la ciática mejore, el disco tiene que “volver a su lugar”… pero esa idea no es correcta.
La realidad es que el 80% de las hernias discales NO regresan a su posición original, y aun así la gran mayoría de pacientes mejora y vuelve a llevar una vida normal.
¿Por qué?
Porque el dolor ciático no depende del tamaño de la hernia, sino de cuánto inflama e irrita al nervio.
Cuando la inflamación baja, el nervio respira, recupera su espacio y los síntomas comienzan a desaparecer.
Así es como el cuerpo se recupera:
🔹 El disco herniado se deshidrata y reduce su volumen con el tiempo.
🔹 El sistema inmune limpia parte del material discal que está molestando.
🔹 Los músculos de la espalda y la cadera se fortalecen y descargan la zona.
🔹 Se mejora la movilidad y se reduce la presión repetitiva sobre el nervio.
Todo esto ocurre aunque el disco no vuelva exactamente a su sitio.
Lo que realmente marca la diferencia es:
✔️ Controlar la inflamación del nervio ciático
✔️ Evitar posturas que aumentan la presión lumbar
✔️ Movilizar la columna en rangos seguros
✔️ Fortalecer glúteos, core y cadera para darle estabilidad a la zona
✔️ Recuperar la tolerancia a estar sentado, caminar y hacer esfuerzos
Por eso muchas personas, incluso con hernias grandes, dejan de sentir dolor.
La clave no es “acomodar el disco”, sino cambiar el entorno del nervio.
Cuando el cuerpo recupera estabilidad y baja la inflamación, la ciática mejora aunque la hernia siga ahí.