09/06/2025
No siempre me acompañé de esta manera.
Durante mucho tiempo, en mis formas ganó la autoexigencia, el enfocarme en lo que me faltaba, el querer salir rápido de las emociones incómodas.
Hoy me estoy vinculando diferente conmigo, y eso transforma también cómo me vinculo con el mundo.
Puedo ver lo que me duele, lo que me confunde, lo que me daña… y darle un lugar. No para quedarme ahí, sino para no tener que reaccionar desde la herida. Para poder sostenerme, y respetar mis tiempos.
Dejarme estar.
Hacerme cargo de lo que es mío.
Hacerme cargo de lo que elijo.
¿Cuántas veces reaccionamos desde la herida, esperando que el otro cambie, cuando en realidad lo que nos está diciendo la emoción es: “necesitás poner un límite”?
A veces, el límite primero es con nosotrxs mismxs.
Para que el afuera entienda cómo queremos vincularnos, de ahora en más.
🌿 Un día a la vez.
Con presencia, con conciencia, con honestidad.
Lu✨